Image: Estudios sobre la Inquisición

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Ensayo

Estudios sobre la Inquisición

José Antonio Escudero

26 enero, 2006 01:00

Detalle de Santo Domingo y los albigenses, de Berruguete, H. 1480

Marcial Pons. Madrid, 2005. 440 páginas, 22 euros

Si hace unos años, el autor reunió en otro libro sus trabajos sobre Administración y Estado en la España moderna, el que ahora nos presenta compendia los dedicados al que ha constituido el otro de sus grandes temas de investigación. Con ello, busca recapitular sus artículos -no siempre fáciles de localizar-, ofreciéndonos en un único volumen cuanto ha escrito sobre tales cuestiones.

Como ya he señalado en alguna otra ocasión, Escudero es uno de los grandes maestros españoles en el campo de la Historia del Derecho, en el que ha logrado crear una sólida escuela. Su notoria capacidad organizativa y de gestión hizo de él el principal impulsor del Instituto de Historia de la Inquisición, por lo que su influjo en los avances que ha experimentado en las últimas décadas el conocimiento de ésta ha ido más allá de su propia e importante investigación. A lo largo de los años, no sólo se ha ocupado de cuestiones relativas a los orígenes de dicho tribunal, también ha analizado aspectos relacionados con el desarrollo histórico de su actuación, estudiando su etapa final, culminada con su abolición en 1834.

El libro nos ofrece un acercamiento bastante completo a una institución con tres siglos y medio de historia; si bien la recopilación de artículos que constituye su contenido adolece, lógicamente, de algunas reiteraciones. Al igual que en otros estudios suyos, Escudero se acerca a la Inquisición desde la visión del jurista; no en vano, como él mismo señala, se trataba esencialmente de un tribunal. De ahí que destaquen especialmente los trabajos que dedica a establecer cuestiones institucionales, organizativas y de funcionamiento, de suma importancia en una institución en la que se mezclaban las competencias eclesiásticas con las de la autoridad real. Estudia así, entre otras cuestiones, la aparición del Consejo de Inquisición, un órgano de gobierno de la Monarquía cuya creación fecha en 1488, diez años después de la bula de Sixto IV que instituyó el tribunal; el problema de las competencias en los nombramientos, entre el inquisidor general -único depositario delegado de la jurisdicción pontificia- y los miembros del Consejo; o la figura de los secretarios del Consejo -como no podía ser menos en quien es el máximo conocedor institucional de los secretarios en la estructura institucional de la Monarquía española de la Edad Moderna-. Pero su aportación va más allá de las cuestiones estrictamente jurídicas, como muestran sus trabajos sobre el proceso del arzobispo Carranza, la figura del inquisidor general Diego de Espinosa, o las diversas referencias a la Inquisición en las sucesivas reuniones de las Cortes de Castilla.

Especial importancia tienen los estudios de conjunto, como el que abre el libro: "La Inquisición española: revisión y reflexiones", y el que analiza la introducción del famoso tribunal y sus precedentes. También su conocida oposición a las tesis de Benzion Netanyahu, quien considera que la Inquisición no se creó por motivos religiosos -para acabar con un cripto-judaísmo residual, dado que, en su opinión, la mayoría de los conversos eran cristianos sinceros-, sino esencialmente por motivos racistas. De forma profunda y detallada, Escudero sostiene, por el contrario, que su finalidad fue combatir a los falsos conversos, tal como indican los documentos oficiales y los escritos programáticos, en los que no hay ninguna referencia a consideraciones racistas. Pese a reconocer el valor y la importancia de sus estudios, Escudero critica el "permanente y ardoroso temple polémico" del historiador israelí y argumenta brillantemente en contra de sus posturas, considerando -entre otras cosas- que hace una utilización y valoración sesgada de las fuentes.

La historia de la Inquisición es un tema recurrente y atractivo, como lo prueban otras obras recientes -entre ellas una del propio Netanyahu- cuya reseña he escrito en estas páginas. La notable aportación de Escudero a su conocimiento queda patente en este libro.