Ensayo

Reacción y revolución en la España liberal

Antonio Rivera García

6 abril, 2006 02:00

Biblioteca Nueva. Madrid, 2006. 355 páginas, 20 euros

Apasionante y diversa, fundamental y traumática es la historia del siglo XIX, de ese siglo que visitó todos los extremos: revolución y reacción, idealismo y realismo, neoclasicismo y vanguardias. Apasionante es esa historia, y ese siglo, en todas las áreas del conocimiento y la acción.

Más, quizá, en el terreno de la política; pues, alumbrado por revoluciones, mecido por la gran aventura napoleónica, el siglo XIX hizo de la política su elección y su destino.

Reacción y revolución en la España liberal, el concienzudo y riguroso estudio del profesor Antonio Rivera García, traslada a España los candentes debates de ese siglo convulso. Y lo hace armado de una impecable erudición y de una implacable metodología, que convierte a la historia en escenario de conflicto, en ámbito para la destilación de los conceptos e ideas políticas fundamentales. Era preciso hacer ese trabajo de lectura, análisis e interpretación. Era preciso presentar un mapa ideológico y conceptual de la España que nace al liberalismo con las Cortes de Cádiz y que, a partir de ese momento, de 1812, se vierte en apasionado litigio en el que se ponen en juego -y en cuestión- los fundamentos de la asociación política y de los derechos, el alcance de las leyes, las formas del "gobierno de los hombres y de la administración de las cosas".

Ese trabajo se puede hacer de varias formas. La más convencional -también necesaria- pasa por una historia de los acontecimientos. La elección de Antonio Rivera persigue las ideas en los cursos y en los discursos, en las leyes y en las declaraciones. Presentes están los acontecimientos y las instituciones, los momentos más significativos de ese período de la historia de España. Pero unos y otros son presentados a partir de su elaboración teórica y retórica, de su conformación conceptual e ideológica: de ese "trabajo del concepto" por el que éste no describe la realidad (o no sólo) sino que la proyecta, la anticipa o la crea.

Desde el impulso inicial del liberalismo doceañista hasta el republicanismo liberal y la idea de democracia federal pasando por un -extraordinario- capítulo dedicado al pensamiento reaccionario. Ideas concentradas y difusas, verdaderas creaciones o adaptaciones del pensamiento europeo antecedente y contemporáneo, ideas de futuro y verdaderos abortos ideológicos. La investigación del profesor Rivera es un complejo perfectamente estructurado de sabias elecciones: no sólo están todas las corrientes del pensamiento político español, no sólo los más importantes hombres y los más significativos nombres. Están los documentos, bien seleccionados, bien interpretados: formando conjuntos retóricos e ideológicos de los que somos todavía herederos; acaso víctimas. Muchas veces ignorados, esos textos no son pasado muerto. O, si lo son, nos nos siguen inquietando; como un espectro.

En estos momentos de agitado debate político un trabajo como éste es estrictamente necesario. Que tal estudio se inserte en el marco de un proyecto de investigación de más amplio alcance, la Biblioteca Saavedra Fajardo de pensamiento político, dirigido por José Luis Villacañas, es, además, una garantía de continuidad. Y de rigor.