Ensayo

La caballería y el mundo caballeresco

Josef Fleckenstein

29 junio, 2006 02:00

Foto: Archivo

Siglo XXI/ Real Maestranza de Caballerías de Ronda, 2006. 245 páginas, 20 euros

La identificación de la nobleza con la caballería y la exaltación de ésta como depósito de valores y modelo social, con la creación consiguiente de toda una cultura caballeresca, fue un fenómeno que, aunque con ritmos y peculiaridades diversas, se produjo en el conjunto de la Cristiandad europea durante la plena y la baja Edad Media.

Al análisis de dicho proceso, de extraordinaria importancia y repercusión histórica, está dedicado este volumen, que agrupa tres trabajos no demasiado bien ensamblados entre sí. El cuerpo principal del libro -y el que le da título- está formado por el estudio del medievalista alemán Josef Fleckenstein, al que se añaden un artículo introductorio sobre la caballería castellana -muy poco atendida por Fleckenstein- de Jesús Rodríguez-Velasco, especialista en literaturas románicas medievales, así como un texto final del también medievalista alemán Thomas Zotz sobre "El mundo caballeresco y las formas de vida cortesanas".

¿Cuándo y por qué razones la nobleza europea comenzó a transformarse hasta su identificación con la milicia, y específicamente con el combate a caballo? El momento inicial se sitúa en los orígenes del feudalismo, con las reformas de Carlomagno a comienzos del siglo IX, que vincularon la obligación militar a la posesión de la tierra. Los propietarios de grandes extensiones estaban obligados a portar coraza, distintivo de la caballería pesada, lo que llevó al emperador, para incrementar su número, a la concesión de feudos a diversos combatientes. El deber general del servicio de armas por parte de los hombres libres se mantuvo, pero las reformas obligaban prioritariamente a los titulares de feudos, iniciando el camino hacia la vinculación del feudo al vasallaje. El desarrollo del feudalismo hizo que el sistema no se limitara a la guerra, afectando también a los cargos destinados al servicio real y a las jerarquías eclesiásticas. La feudalización de la sociedad en su conjunto -y la transición de la milicia a la caballería- se produjo también en otros reinos, siendo especialmente significativa la evolución en los territorios dominados por los normandos, como la propia Normandía o el reino de Inglaterra desde 1066.

Una relativa homogeneización de la caballería europea se produjo con las cruzadas (iniciadas a finales del siglo XI), que añadieron al caballero el perfil de "milites Christi". En Tierra Santa surgirían las órdenes militares, como consecuencia de una vinculación entre caballería y monacato. Progresivamente, al tiempo que la caballería-nobleza adquiría los rasgos que habrían de caracterizarla en el periodo final de la Edad Media, se fue consolidando una separación estamental en el seno de la propia caballería, desde los nobles titulados hasta los caballeros no nobles, aunque aspiraban a serlo. Las importantes órdenes de caballería seculares -como la castellana de la Banda, la inglesa de la Jarretera o la borgoñona del Toisón de Oro- surgidas en el XIV, o en la parte baja de la escala caballeresca, las ligas y asociaciones de caballeros -como la burgalesa Cofradía de Santiago- muestran la riqueza de matices de aquel mundo a finales de la Edad Media.

Pero la caballería no fue un mero fenómeno militar o social, sino que asumió el liderazgo cultural del mundo cristiano, dando lugar al desarrollo de una floreciente cultura cortesana, que tuvo su máxima expresión en la literatura caballeresca. Las armas, los escudos, la heráldica, los torneos y armoriales, la formación previa, la investidura, las virtudes del caballero, la fiesta cortesana, la caza... forman parte del interesante estudio de Thomas Zotz, aunque excesivamente centrado en modelos alemanes. Las referencias a España -en realidad sólo a la corona de Castilla- son únicamente las del valioso trabajo de Rodríguez-Velasco. Con un concepto más restrictivo que el de Fleckenstein, dicho autor considera que la caballería castellana es una "invención" de Alfonso X, quien en su obra legislativa sujetó a toda la nobleza al modelo político y ético de la caballería, como medio de control del espacio nobiliario y fortalecimiento del poder real.