Winston Churchill

Winston Churchill

Ensayo

La guerra de los bóers

9 noviembre, 2006 01:00

Winston Churchill

Traducción de Mariano Antolín Rato. Turner. Madrid, 2006. 248 páginas. 20 €

Ésta era la imagen de Winston Churchill en el año 1900 cuando, tras escapar de los bóers, se unió a la Caballería Ligera de Suráfrica, una unidad que combatía a sus antiguos captores. Permaneció como corresponsal en Suráfrica unos meses más, fascinando a miles de lectores con sus relatos sobre las batallas de las que era arte y parte.

¿Por qué ahora un libro sobre la guerra de los bóers? Se trata de un conflicto que estalló en octubre de 1899 en Suráfrica, entre el Reino Unido y los colonos de origen holandés (bóers o afrikaners), a causa de las tensiones surgidas después del descubrimiento de oro en la colonia de Transvaal en 1887. El conflicto duraría hasta finales de mayo de 1902.

Los españoles de la época siguieron desde la distancia este conflicto, desconocedores del hecho de que la política de reconcentración propugnada por el general Martínez Campos en Cuba, y desarrollada por el general Weyler, había proporcionado el modelo de los campos de concentración que establecería Lord Kitchener para recluir a las familias de los bóers cuando el conflicto derivó hacia una lucha de guerrillas. Los campos de concentración se convertirían después en una de las realidades más tenebrosas de las guerras del siglo XX.

Este volumen, que se presenta sin ninguna nota editorial justificativa, trae un breve prólogo del historiador militar Tom Hartman y reúne dos pequeños volúmenes que se publicaron en 1900. En ellos se recogían las crónicas que sir Winston S. Churchilll (1874-1965) había enviado desde Suráfrica a Morning Post, de Londres, desde octubre de 1899 hasta julio del año siguiente.

El futuro líder conservador británico, que acababa de abandonar en la primavera de 1899 su destino militar en la India y había publicado ya sus primeros libros sobre la guerra en Sudán y la ocupación británica de la India, acreditó en Suráfrica sus grandes dotes de narrador y los dos pequeños volúmenes tendrían una buena acogida de público. No se publicarían unidos, ya con el título que aquí se emplea, hasta la edición realizada en 1974, con ocasión del centenario del nacimiento del autor. Esta versión española está realizada a partir de una edición posterior, publicada en 1989. La versión española es fruto de una cuidada traducción de Mariano Antolín Rato.

El texto contiene el testimonio personal de Churchill sobre aquellos sucesos y no pretende ser una visión articulada de una guerra a la que acudió en un clima de patriotismo exacerbado que ya se puso de manifiesto en la travesía inicial, en la que coincidió con el general Redvers Buller, que fue uno de los protagonistas, y no de los más brillantes, de aquella guerra. El primero de los libros se centra en los intentos de liberar la ciudad de Ladysmith, mientras que el segundo se dedicó a describir una marcha del general Hamilton que, en opinión del autor, no había recibido atención suficiente de los cronistas.

Churchill asiste a la guerra con un alto grado de implicación personal, como se pone de manifiesto en el episodio de su apresamiento por los bóers, cuando acompañaba a un tren blindado de reconocimiento. La escena, una de las más apasionantes del libro, sirve para comprobar por qué el autor ha sido considerado uno de los grandes escritores políticos del siglo XX.

Un libro en el que, junto a la crónica periodística, aparecen las reflexiones de un miembro de la clase dirigente británica, capaz de ver más allá de los acontecimientos de cada día, aunque estos fueran tan apasionantes como son los de una guerra.