Ensayo

El enigma Ciutadans. Un misterio político...

Álex Sâlmon

31 mayo, 2007 02:00

La Esfera de los Libros. Madrid, 2007. 238 páginas. 18 euros

En las elecciones al Parlamento Catalán de noviembre de 2006, 89.840 votantes lo hicieron por Ciutadans, lo que supuso que esta nueva organización alcanzara tres escaños. ésta es la culminación de una historia cuyos entresijos relata álex Sàlmon, director de El Mundo en Cataluña, en una interesante crónica.

El autor destaca cuatro elementos que concurren en la creación de Ciudadanos: la larga tradición en defensa del castellano y la educación bilingöe, la coyuntura marcada por la escalada nacionalista plasmada en la artificiosa necesidad de un nuevo estatuto de máximos, el hastío que emanaba de la sociedad (demostrado cuando la abstención superó a la participación en el referéndum del Estatut, en parte pulido por las Cortes) y la postura crítica de los intelectuales. Fueron éstos quienes asumieron que existía un vacío de representación política, que parte de la sociedad estaba alejándose de una clase dirigente autocomplaciente, tan volcada en su obsesión por la construcción de la identidad nacional que se había despreocupado de los verdaderos problemas. El grupo promotor de Ciudadanos no sólo ha sabido diagnosticar los métodos excluyentes de ese nacionalismo trasversal y las consecuencias de su dominio del espacio público y socioeconómico, sino que ha construido un atractivo discurso alternativo fundado en la defensa de los derechos individuales que recoge lo mejor de la herencia ilustrada. Sobresale el fino olfato del autor y su capacidad crítica, de la que da muestras a lo largo de un texto nada indulgente. Pone de relieve las contradicciones del movimiento, sus puntos débiles y el largo camino de decantación política e ideológica que les queda por recorrer. También alude a la tensión potencial entre el grupo fundador y el rumbo que pueda adoptar la dirección del nuevo partido, así como la rivalidad entre el ala liberal y progresista del mismo. Es muy revelador el hecho de que, a diferencia de una mayoría de compañeros de profesión de Barcelona, Sàlmon fue perceptivo para detectar las ansias de cambio de una parte de la sociedad y el efecto de la interacción entre ella y los intelectuales fundadores.

En definitiva, se trata de un trabajo muy profesional, ágilmente escrito y entretenido, donde el autor pone al alcance de los lectores de toda España un relato de los acontecimientos que no necesita conocimientos previos sobre la política catalana ni cuenta con sobreentendidos que dificulten la comprensión de lo que expone. Breve, bueno y ameno, no se lo pierdan.