Image: Monarquía e Imperio. Historia de España, 3

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Ensayo

Monarquía e Imperio. Historia de España, 3

Antonio-Miguel Bernal

6 septiembre, 2007 02:00

Fragmento de Carlos V en la batalla de Muhlberg, de Tiziano

Crítica/Marcial Pons. Barcelona, 2007. 560 páginas, 33 euros

La Historia de España que han puesto en marcha Crítica y Marcial Pons, bajo la competente dirección de Joseph Fontana y Ramón Villares, constituye uno de los más atractivos proyectos editoriales recientes, por cuanto pretende poner a disposición del público una historia actualizada, que incorpore los importantes avances experimentados por la investigación en las últimas décadas, y trate de responder a las inquietudes y demandas que, desde el momento actual, nos plantea nuestro pasado. La nómina de autores, así como el amplio uso de una metodología comparativa, huyendo de cualquier vestigio de la malhadada "excepcionalidad española", son otros dos motivos del interés despertado por los primeros volúmenes que han salido al mercado.

Uno de ellos es el tercero de la colección, dedicado al largo siglo XVI, desde el reinado de los Reyes Católicos a la muerte de Felipe II. Su autor es un eminente historiador de la economía que, entre otros muchos trabajos, ha publicado dos libros fundamentales: La financiación de la carrera de Indias (1492-1824) (1993) y España, proyecto inacabado. Los costes/beneficios del Imperio (2005), un lúcido análisis de nuestra historia por el que le fue concedido el Premio Nacional de Historia de España (2006). Bernal ha sabido enfrentarse con éxito al difícil reto de escribir un libro de historia general, logrando un equilibrio entre las dos opciones extremas: el manual plagado de datos y el ensayo interpretativo. El hilo conductor de su trabajo es el permanente planteamiento de cuestiones e interrogantes, que constituye, desde Lucien Febvre, una de las principales características del buen método historiográfico. ¿Por qué España, a diferencia de otros países europeos, se alejó de la evolución hacia un estado nacional, unitario e integrado, que había avanzado considerablemente con los últimos Trastámara? ¿Por qué nuestro país quedó al margen del proceso de secularización característico del mundo moderno? ¿Por qué la intolerancia alcanzó entre nosotros unos perfiles más agudos y fue más duradera que en otros lugares? ¿Por qué las colonias no actuaron como un factor de integración nacional de España? ¿Por qué el primer gran imperio colonial de la historia no propició la modernización económica de la metrópoli? ¿Por qué el desarrollo intelectual y científico -este último muy vinculado al Nuevo Mundo- acabó frustrándose y alejándose de otras experiencias europeas? éstas son las principales preguntas que guían el acercamiento al siglo XVI español, pero el autor trata de responder también a otras muchas en el tratamiento detallado de los diversos temas. Su tesis principal, en la línea de la condenación del Imperio inaugurada por la historiografía liberal, es que la llegada de los Habsburgo al trono de España supuso un cambio en la trayectoria histórica de nuestro país, que le alejó de la evolución hacia la modernidad experimentada por otros estados del entorno, al tiempo que subordinó todas sus energías y capacidades -incluidas las excepcionales aportadas por América- a un proyecto imperial, hegemónico y agresivo, determinado esencialmente por los intereses de una dinastía ajena que aspiraba a la monarquía universal.

Los planteamientos del autor se basan en un conocimiento exhaustivo de la amplísima bibliografía disponible, habida cuenta de la notable evolución experimentada por la historia moderna española en las últimas décadas. Llama la atención -más aún viniendo de un historiador de la economía- el amplio espacio que dedica a las vicisitudes dinásticas y a la política, así como sus constantes referencias al estado moderno como ámbito básico de la política europea de la época. Sus afirmaciones y tomas de postura pueden ser en algunos casos polémicas, pero tienen, de cualquier forma, la fuerza que les proporcionan el prestigio, el trabajo y la honestidad intelectual de Bernal. Estamos, por tanto, ante un libro imprescindible para cuantos se acerquen a la historia de la España del siglo XVI, que cuenta, al final, con una serie de útiles apéndices: bibliografía, cronología, colección de mapas, cuadros estadísticos y gráficos, así como una selección de textos y documentos.