Ensayo

Adiós Cataluña. Crónica de amor y guerra

Albert Boadella

25 octubre, 2007 02:00

Albert Boadella. Foto: Javi Martínez

Premio Espasa. Espasa, 2007. 284 páginas, 21,90 euros

Espíritu rebelde y burlón, Albert Boadella (Barcelona, 1943) funda en 1961 la compañía teatral Els Joglars. Todavía no ha cumplido los veinte años, pero ya da claras muestras de inconformismo y de originalidad. Canaliza su espíritu crítico a través de la compañía y, como no podía ser de otra manera, el franquismo y el aparato que lo sustenta son objeto de su perspicaz crítica. Actor, director y dramaturgo, monta La Torna en 1977 y, acusado de injurias al ejército, es puesto a disposición del juez y alojado en una celda. Se fuga a Francia y al retomar su actividad teatral comienza a palpar que en Cataluña la falta de libertad del franquismo deja paso a otra forma, más sutil, de opresión cultural, lingöística y política.

Montajes como Mary d`Ous, Alias Serrallonga, M7Catalonia, Teledeum, Virtuosos de Fontainebleau, Yo tengo un tío en América, Ubú o Daaalí son atendidos con fuerza tanto en España como en Europa o América. El peculiar tono, entre satírico, amargo y esperanzado, que Boadella transmite a su compañía le ha valido un reconocimiento internacional que se refleja no sólo en la asistencia a sus representaciones sino también en su constante presencia en los medios. Fundador, con Teresa Jiménez, Arcadi Espada, Francesc de Carreras y Xavier Pericay, de la plataforma Ciutadans de Catalunya que con el tiempo se convertirá en partido, su dimensión cultural se politiza abiertamente y entra en conflicto desgarrador con el nacionalismo catalán.

Adiós Cataluña. Crónica de amor y de guerra acaba de obtener el premio Espasa de Ensayo 2007. Para conseguirlo, Boadella ha escrito un libro que ha estructurado en 24 capítulos que,titulados "amor" y "guerra" recogen, intercalados, aspectos de su vida. Los primeros, dedicados a recuerdos personales y los segundos, a una memoria más política. De esta manera, entre la autobiografía y la memoria, el autor va desgranando su vida con un estilo sencillo, directo y sincero. El autor no ha querido adornarse, ahora que es tan fácil, con esas disquisiciones entre la alta cultura y la política refinada con las que suelen acompañarse políticos e intelectuales mediáticos que cuentan con equipos de colaboradores.

En este volumen, bien diseñado e ilustrado, Boadella va desgranando su vida. El lector accede a un primer matrimonio que fracasa pero que deja el fruto de un hijo querido que será violoncelista. Presenciará también, en primera fila de butacas, el enamoramiento duradero y la posterior vida en común con una mujer de alicientes inagotables que se despliegan en mil dimensiones, entre ellas la pintura y el retrato.

Entre los capítulos más personales se intercalan, como ya hemos señalado, los que describen la situación política de Cataluña y su relación con el resto de España. Son, sin duda, los más llamativos por su actualidad. El mayor mérito de estos textos es que están escritos por un observador participante de la realidad catalana. Boadella sigue viviendo en Jafre, un precioso espacio situado en el maravilloso Ampurdán. En estas páginas va emergiendo un personaje catalán al que le gusta la Fiesta, con José Tomás y Enrique Ponce al frente. Un personaje alambicado, capaz de descubrir que Madrid es, entre otras cosas, un refugio para una libertad que ya no existe en Cataluña.

En este sentido lo que no soporta Boadella es la intolerancia del nacionalismo catalán. Convertir lengua, cultura y territorio en los tres ejes que enmarcan la patria catalana es lo que denuncian estas páginas. Denuncia, conviene advertir al lector, que se hace con un conocimiento de los hechos de primera mano y sin ningún tipo de disfraz. Nombres, apellidos y cargos van por delante. Pujol, ferozmente fotografiado, encabeza la lista de unas gentes decididas a quedarse con todo el pastel. Intelectuales que, como se ha visto recientemente en Francfort, son más funcionarios que pensadores. Nacionalistas que crían en su interior el germen del totalitarismo. Al final, el lector queda asustado al contemplar cómo el llamado oasis catalán lo que esconde es un deseo de ocupación territorial, política y cultural que, desde el Ródano baje al sur murciano, y desde terreno aragonés alcance por el Este tierras italianas. Uff, qué susto.

Tres cuestiones para Boadella

l En el libro llega a augurar la secesión. ¿Qué reacción esperaría del Gobierno en tal caso?

- El gobierno tiene una enorme responsabilidad en la deriva nacionalista. No preveo que esta actitud vaya a cambiar a corto plazo.

l Partidario de hacer tanto el amor como la guerra, ¿puede ser que la certeza del primero le hagan menos penosa la retirada de la batalla?

-La vida placentera que me ha proporcionado mi relación amorosa ha sido el acicate para meterme en todos los berenjenales bélicos. Ahora me retiro de una refriega provinciana, pero con toda seguridad estaré muy pronto en otras campañas.

l ¿La muerte civil a la que ha sido sometido en Cataluña afectará a las ventas del libro? ¿Al nacionalista le interesa lo que piensa el enemigo?

-Una de las características del nacionalista es su nulo interés por lo que se halla fuera de sus delirios endogámicos. El enemigo sólo le interesa para justificar la propia paranoia. En este sentido, creo que en Cataluña se venderán libros como entradas en nuestra última obra, o sea, una miseria.