Patria. Una española en la KGB
Javier Juárez
17 abril, 2008 02:00Conviene advertir por tanto, en función de lo apuntado, que el título del libro -Patria- no hace referencia exactamente a una efusión nacionalista sino al nombre o alias que adoptó esta activista, y que además la patria en cuestión no es la española sino la soviética: comunista acérrima, con una radicalidad lindante con el fanatismo, áfrica de las Heras, en el único texto que se conoce de su puño y letra, confesó que su corazón y su cabeza no albergaban más patria que la Unión Soviética. Aparentemente, su relación con España termina en el período de la guerra civil: hasta donde se puede documentar, que es muy poco, parece que no volvió desde entonces a pisar territorio español. Había desempeñado durante nuestra contienda fratricida oscuras labores -como se ve, una constante en su vida- en el mantenimiento del orden público (léase represión extralegal) en la Barcelona de las milicias y el poder obrero. Fue en la capital catalana y en esa fase, concretamente en 1937, cuando fue captada por el NKVD, antecesor del KGB. A partir de ese momento, seguir la pista de áfrica, ya de por sí tarea complicada, se convierte -permítase la ironía en este punto- en poco menos que misión imposible.
El gran mérito de Javier Juárez -un especialista en cuestiones de espionaje, autor de varios títulos sobre servicios secretos nazis- es haber armado de modo coherente la trayectoria vital de esta mujer con una panoplia muy reducida de datos. El autor reconoce que es incomparablemente más lo que no sabemos de áfrica que lo que puede afirmarse a ciencia cierta, entre otras cosas porque su historia duerme en los cajones cerrados y bien custodiados de los servicios de inteligencia de Moscú. Por eso Juárez se ve obligado a llenar sus páginas con información del contexto, y con suposiciones y reconstrucciones "verosímiles" en lo que atañe a las actividades de "Patria". Pese a ello, ese poco que se sabe con seguridad nos deja asombrados: esta mujer estuvo implicada en el asesinato de Trotsky, en la guerrilla soviética contra la retaguardia nazi y en la implantación y desarrollo del espionaje comunista en Hispanoamérica durante dos décadas, teniendo como centro de operaciones Uruguay. Eso, que se sepa. Probablemente estuvo en bastantes más operaciones delicadas y trascendentales. Pero no dejaba huellas