Image: Algunas letras de Francia

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Ensayo

Algunas letras de Francia

Adolfo Castañón

5 junio, 2009 02:00

Adolfo Castañón. Foto: elsiglodetorreon.com

Prólogo de José de la Colina. Veintisieteletras, 2009. 232 páginas. 17 euros

Aunque no demasiado conocido en España, Aadolfo Castañón (México, 1952) pasa en su país por un reputado letraherido y un hombre -muchos años editor del Fondo de Cultura Económica- con cierto especial interés por la literatura francesa, como demuestra otro título suyo Por el país de Montaigne o esta colección de artículos, dispuestos en orden alfabético, que ahora comentamos.

Castañón procura contagiar literatura doblemente, por su estilo de un cuidado ensayismo y por la amplia variedad de autores. Aunque ante la avalancha anglosajona, no faltará quien pregunte si es moderno dedicarse a las letras francesas, mezclando grandes autores y otros casi desconocidos para el lector español. Una entrevista con el filósofo Jean-Paul Aron, nos lleva a un apasionado ensayo sobre un celebre reaccionario de la época de entresiglos, Léon Bloy. Pero hay de todo: el rumano Brassaï, Breton, el misterioso, plural y lúcido Roger Caillois ("No, no hay esfuerzos inútiles. Sísifo hacía músculo"), su admirado Montaigne, al que dedica una reflexión no corta sobre su final "De la experiencia" -el último de los Ensayos- , hasta Nostradamus, charlatán y exitoso, Saint-John Perse el poeta enigmático que tanto "huyó" ("¡Ir-se, irse, palabra de hombre vivo!"), hasta, cómo no, el genial Schwob o los inevitables, por tan franceses, Valèry y Voltaire, el espíritu y la risa del fin del antiguo Régimen…

Reivindica a Ramón Fernández (de origen mexicano) notable crítico de la NRF, que luego coqueteó con el colaboracionismo y desató las iras de Sartre o Beauvoir, y en una sección titulada "Ecos de una serenata francófona" se pregunta si los franceses de ultramar o los extranjeros que eligieron el francés como lengua de cultura y expresión, cuando lo era universalmente (Cioran, Ionesco) pueden representar para el francés y su literatura algo tan decisivo como lo que las diversas literaturas suramericanas y ciertos autores (Darío, Martí, Reyes, Borges, entre tantos) han representado para la renovación del español. Es, en cierto modo, un paréntesis en el libro, que no podemos dejar pasar por alto. Primero para darle parte de la razón, después para reprochar nuestra casi preterición actual. No hay en la francofonía (muy centralista) nada comparable a nuestro modernismo o al boom novelístico de los 60, pero Castañón no cita a ni un autor español que no sea un clásico aurisecular.

Un brillante libro, en fin, sobre las letras francesas, que antaño nos fueran tan familiares y que hoy, por lo general, no pasan en el mundo hispánico por su más brillante momento.