Evolución. El mayor espectáculo sobre la Tierra
Richard Dawkins
11 diciembre, 2009 01:00Richard Dawkins. Foto: Benito Pajares
Los elementos que dan solidez a la teoría de la evolución proceden de ámbitos muy diversos, que van de lo que podíamos llamar el escenario y el tiempo en que se desarrolla el fenómeno -la biogeografía y la tectónica de placas; la edad de la tierra y el tiempo geológico- a la observación directa de ejemplos de evolución de distintos organismos, incluido el humano, junto a la biología del desarrollo y la embriología, sin olvidar aspectos centrales como el registro fósil y el árbol de la vida.
La complejidad de una eficaz defensa de la teoría de la evolución radica en que estamos ante un fenómeno que carece de experimento testigo o control, ya que sólo se conoce por ahora una única ocurrencia. A pesar de todo, la evidencia a favor de la teoría es ya tan sólida como la que más. En este contexto, resulta significativo que Dawkins dedique el segundo capítulo del libro, titulado "Perros, vacas y coles", a la evolución de las plantas y animales en domesticidad, tema al que Darwin dedicó uno de sus libros menos acertados, La variación de los animales y las plantas bajo domesticación (1968). A falta, por ahora, de un segundo planeta en el que haya florecido la vida, la domesticación y evolución por selección artificial constituye el único caso control o, si se quiere, experimento a gran escala de que disponemos. Dos años antes de la publicación de la teoría darwiniana, Louis de Vilmorin publicó la demostración experimental de los dos mecanismos básicos de la evolución; el de generación de variabilidad y el de selección (artificial). Sin embargo, ni entonces Darwin, ni ahora Dawkins apreciaron plenamente el significado de la mejora vegetal como evidencia del proceso evolutivo.
Dawkins es claro y didáctico, brillante e ingenioso, con un estilo ácido, irónico y humorístico a un tiempo, y es precisamente este último aspecto, su tono, el que ha levantado acusaciones de arrogancia, quizá porque prefiere expresar su rechazo a la contumaz ignorancia de los creacionistas antes que intentar sacarles de sus errores. Convence a los que creemos que la teoría evolutiva está bien establecida pero el tono aleja a escépticos y detractores.