Image: Se habla español

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Ensayo

Se habla español

Francisco Marcos Marín y Amando de Miguel

15 enero, 2010 01:00

Francisco Marcos Marín y Amando de Miguel. Foto: B. Rodríguez / F. Vega

Biblioteca Nueva/Fundación. Rafael del Pino, 2009. 279 páginas, 16 euros


Dos autores de formación muy diferente, el sociólogo Amando de Miguel (Perezuela, Zamora, 1937) y el lingöísta Francisco Marcos Marín (Madrid, 1946), han escrito juntos un libro que toma su título de esos letreros de "Se habla español" que tanto se ven en locales repartidos por el mundo, y lo definen como "un libro para todos los públicos". Se habla español es una obra miscelánea sobre un amplio índice inicial, cuya lectura a veces sorprende porque, aunque normalmente cierra bastante el objetivo para centrarse en España y en el hablar de sus gentes, en el epígrafe siguiente puede abrirlo para incluir alguna otra parte del mundo hispánico.

Los seis capítulos de título sugerente -"Mitología y ciencia sobre el lenguaje: entre la Babel y la Pentecostés"; "A la búsqueda de la identidad"; "Glosomaquias"; "Aquí y ahora, espacio y tiempo"; "Palabras, sólo palabras y más que palabras" y "Con el español por el mundo"-, que luego se subdividen mucho en su interior, casi reclaman una lectura por separado. Los tres primeros, sobre todo, responden a un hilo conductor que transmite claramente las ideas de los autores sobre las circunstancias que rodean actualmente el uso del español y de las otras lenguas de España; los dos siguientes desarrollan distintos temas y curiosidades sociales y lingöísticas que, en ocasiones, tienen como cañamazo el contacto del español con el inglés, y el capítulo de cierre sitúa distintas etapas históricas en la difusión del español, su importancia actual y su futuro.

Marcos Marín y De Miguel adoptan desde el principio un tono desenfadado, caracterizado por sus coloquialismos y por una adjetivación apasionada que transmite, a lo largo de los tres primeros capítulos, una fuerte carga de opinión en los planteamientos lingöísticos: no todos los idiomas son iguales, de hecho según su mayor o menor tradición literaria o científica se podrá hablar de idiomas fuertes o débiles. Los epígrafes dedicados a "La gestión del bilingöismo" y "Lengua y comunidad nacional" son los más combativos contra la política lingöística de Cataluña y el País Vasco, a la que achacan la intención de que sus hablantes bilingöes en situación de diglosia -los que hablan una de sus dos lenguas según en qué ámbito y nivel- acaben siendo incapaces de manejar el español para la comunicación superior. La elección de un léxico lingöístico reivindicativo explica, por ejemplo, que a lo largo del libro se hable casi siempre de vascuence, pocas veces de vasco, y nunca de euskera; que se proponga llamar a las otras lenguas de España que no son español o castellano lenguas privativas o lenguas étnicas -¿no son "étnicas" todas las lenguas "naturales"?- frente al español, al que se llama lengua internacional.
La segunda parte del libro, bastante diferenciada, se centra "en los aspectos culturales de los españoles que se expresan normalmente en castellano o español" cuyas expresiones tradicionales dejan traslucir "cómo el idioma es un trasunto de la estructura de la sociedad". Desde un punto de vista más sociológico, Amando de Miguel y Francisco Marcos Marín apuntan cómo la apariencia, la valoración del tiempo propio y el ajeno y la "tradicional abulia de los españoles" tienen su reflejo en el refranero, en las locuciones, en el léxico, en lo que es el hablar de quienes hablan español. La amplia cultura de ambos escritores se refleja en multitud de reflexiones, historias, apuntes, anécdotas, e incluso chistes, que recorren un libro cuya lectura puede interesar a un público muy variado.