Ensayo

Simone de Beauvoir. Contra todo y contra todos

Danièlle Sallenave

22 octubre, 2010 02:00

Trad. M. Cordón y M. Embarek. Galaxia Gutenberg/Círculo. 635 páginas, 30 euros


En La plenitud de la vida, Beauvoir (1908 - 1986) hace balance de sus años de aprendizaje: "éramos elfos, no teníamos verdadero sentido de la realidad". Por el contrario, la profesora y novelista Danièlle Sallenave, en este ensayo biográfico, se propone desmontar cualquier armazón ideológico o vital que no responda a una interpretación lo más objetiva posible de lo que pudo ser la realidad.

El combate permanente que fue la vida de la autora de El segundo sexo, su lucha para conquistar la necesidad por encima de la contingencia y justificar sus elecciones, van a pasar por la criba del análisis, de la interpretación psicológica y de la confrontación histórica de los hechos. Beauvoir, contra todo y contra todos, tiene el propósito de descomponer las diversas mitologías adheridas a la escritora, los prejuicios ajenos y los autoengaños propios, y variar los ángulos de mirada para ofrecer un nuevo cuadro, sobre todo en aquellos segmentos de vida en los que Beauvoir se decantó por ofrecer un testimonio entre brumas. Según Sallenave, Sartre y ella son gemelos prometeicos, su ambición de fusión no tiene límites. A menudo se equivocarán, harán daño, pero, como dice la autora, "¿qué fuego no quema y a quién se le ocurre dar siempre la razón al fuego?". Ella trató de llevar hasta sus últimas consecuencias lo que había pactado consigo misma. Construyó su vida al modo de las grandes utopías y en ese combate personal, patente en este ensayo, vislumbraría contradicciones, aunque tratará de crear un perfil neto y de conseguir una inalcanzable coherencia.

Este ensayo, pulcramente traducido, se hace más lúcido allí dónde más dudas se han acumulado sobre las conductas privadas o las posiciones políticas, tanto de Beauvoir como de Sartre. Pero no se trata de condenar los tumultos emocionales creados por la afición de ambos a los círculos de adoradores íntimos, ni de repetir la desconfianza de algunos detractores por la tardía adhesión de Sartre a la Resistencia. Nos encontramos ante un texto que tiene en cuenta las ideologías movedizas de la época para analizar una vida que evoluciona en liza con su tiempo.

Para Sallenave la frenética actividad de Beauvoir, su rechazo a llevar una vida corriente, su autoexigencia implacable de una "existencia lograda", ese apetito de vivir con ardor hasta en su madurez es un escudo contra la fugacidad de los días: "Si el Castor se lanza al compromiso, a la vida y a la actividad política con tanto entusiasmo es para no estar sola, para superar la tortura que le produce el paso del tiempo, la proximidad de la vejez, el miedo de ver morir a Sartre".