Biblioteca del cine español
Carlos Heredero y Antonio Santamarina
5 noviembre, 2010 01:00Edgar Neville y Luis García Berlanga
En Biblioteca del cine español se catalogan, entre 1900 y 2005, nada menos que 1.663 películas de nacionalidad española o en régimen de co-producción, basadas en antecedentes literarios españoles o foráneos. Estamos ante la más completa y exhaustiva investigación jamás publicada en orden a fijar la exacta concatenación entre el cine español y sus fuentes literarias, entendiendo por tales -y ésta es una de las aportaciones del libro- no sólo los relatos de ficción y las piezas dramáticas, sino también, eventualmente, la poesía o, entre otros, los libretos de zarzuela. La palabra clave para la definición del libro, blandida por Carlos F. Heredero y Antonio Santamarina, es catálogo. Se trata de citar con los datos cronológicos y autorales de las dos orillas -más las observaciones pertinentes-, en forma de ficha y fichero técnico-artístico, la totalidad de las películas españolas de origen literalmente literario. Los autores razonan, con escrupulosidad y puntillismo, las razones por las que han excluido o incluido los títulos que conforman el monumental catálogo.
Estamos ante un importantísimo libro de referencia y de consulta -no propiamente de lectura continuada-, que va a ser la base ineludible de cuantos investigadores, expertos y curiosos quieran avanzar en conocimiento, análisis y conclusiones sobre las relaciones entre literatura y cine español. Un libro que ha de servir para los interesados en ambos campos -cinéfilos y lectores, críticos, profesores de cine y literatura, programadores y gestores culturales, etc.- y bajo variadas circunstancias.
Amén del catálogo mismo, que ocupa casi 500 páginas, el libro contiene cuatro largos índices de gran utilidad como rápido GPS de cualquier itinerario de futura navegación: de películas -con cita de su originario autor literario-, de directores, de obras literarias españolas y de obras literarias extranjeras. Y todo ello se completa con un espectacular y -como todo lo demás- ordenado despliegue de la bibliografía existente sobre el asunto y sus áreas más relacionadas. Junto a quienes tengan intereses profesionales o académicos en el tema, los meros aficionados al cine y la literatura -no digamos si lo son por partida doble- van a encontrar en este libro la satisfacción de muchas dudas y curiosidades, yendo de aquí para allá en busca de la confirmación de sus cuitasy caprichos de conocedores. A esta altura quizás no sea ocioso reiterar el carácter de catálogo que los autores han querido dar a su libro. Vale la pena repetir que en esta obra están todos los datos que vienen al caso.
Heredero y Santamarina se han vaciado recorriendo un camino muy concreto y llegando hasta su final. Su libro es la estación de término de una tarea y, desde ya, el insustituible punto de partida de otras excursiones, tales como analizar la calidad de las películas y de las adaptaciones o esclarecer y comentar el listado de personajes, estilos o períodos literarios con protagonismo en las pantallas etc. Esa es otra misión necesaria, que siempre se hará con este libro en las manos.