Image: Historia mínima de Argentina

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Ensayo

Historia mínima de Argentina

Pablo Yankelevich (coord.)

11 abril, 2014 02:00

Juan Domingo y Eva Perón en Buenos Aires en 1950

Colegio de México-Turner. Madrid. 2014. 396 páginas. 14,90 euros.

La colección de Historias Mínimas ha dado algunos títulos notables, grandes esfuerzos de síntesis e interpretación de historias nacionales, regionales o sectoriales. Éstas permitían acercar al gran público los avances de la investigación histórica a cargo de reputados especialistas. Entre los libros más logrados están los de Juan Pablo Fusi (España), Oscar Zanetti (Cuba), Jon Juaristi (Cuba) o José-Carlos Mainer (literatura española). Un punto fuerte de la colección es la interpretación y reflexión general de un solo autor, que sin ser especialista de todo el período, o todas las áreas, aporta un juicio único y ponderado global.

Ésta es la mayor debilidad de esta Historia Mínima de Argentina, coordinada por Pablo Yankelevich. Si bien el trabajo fue realizado por seis excelentes especialistas (historiadores y politólogos) argentinos y un italiano, cada uno entre los mejores de su campo, le falta esa unidad de interpretación antes aludida. Sin ella tenemos un excelente producto, aunque se pierda el toque de originalidad exigido a estas obras.

El libro afronta un problema común de las historias nacionales latinoamericanas, la proyección hacia atrás de las actuales fronteras. Como dice su portada, se trata de hacer "Una breve síntesis de los hechos, los personajes y los episodios que han definido la Argentina desde la prehistoria hasta hoy". Esto plantea grandes dificultades para los períodos prehispánicos y colonial, que si bien son resueltos hábilmente por Raúl Mandrini ("Tiempos prehispánicos") y Jorge Gelman ("Conquista y colonia"), carecen finalmente de la unidad inter- pretativa reclamada. Los otros capítulos están a cargo de Pilar González Bernaldo de Quirós ("El largo siglo XIX"), Marcelo Cavarozzi ("Sufragio universal y poder militar"), Loris Zanatta ("El peronismo"), Marcos Novaro ("Dictaduras y democracias") y Carlos Altamirano ("Intelectuales y debate cívico en el siglo XX").

Al trocearse así la historia "argentina" resulta difícil abordar ciertos procesos de larga duración, como la debilidad institucional o el carácter endeble de los partidos políticos. Salvo el último capítulo, los períodos cronológicos se van acortando a medida que se acercan a la actualidad. Precisamente, en el último y primer capítulo aparecen las mayores dificultades para unificar la interpretación histórica del pasado "argentino". El último capítulo responde a la actual discusión política, ya que para cualquier lector extranjero hubiera bastado incorporar el debate intelectual a los períodos tratados. Es verdad que aquí se da la unidad buscada, pero limitada únicamente a las ideas del siglo XX.

En el primer capítulo Mandrini enfrenta las mismas dificultades que aquellos que tratan el período prehispánico. Para comenzar hay un exceso de descripción sobre la evolución de todos los pueblos que transitaron el territorio hoy enmarcado por las fronteras argentinas, mal llamados "originarios". Esta concesión a lo políticamente correcto olvida que todos arribaron de fuera, inclusive desplazando a otros grupos. También se habla de dominación incaica y de invasión europea. ¿Acaso la primera no fue también una invasión? ¿Es menos imperial, impuesta y violenta la llegada de un poder foráneo andino a la de otro ultramarino?

De todos modos, el esfuerzo realizado por los distintos autores ha permitido incorporar los recientes debates historiográficos a una obra accesible, de lectura fácil, y desprovista del aparato crítico y académico de libros y artículos especializados. El editor ha evitado también caer en un estilo barroco, cargado de términos abstrusos, para ir al fondo de la cuestión de cada uno de los asuntos tratados.