Image: India

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Ensayo

India

Chantal Maillard

11 abril, 2014 02:00

Chantal Maillard. Foto: Antonio Pastor

Pre-Textos. Valencia, 2014. 836 páginas. 35 euros.

Pocas obras tan sugestivas y hondas en estos últimos años, entre nosotros, como la de Chantal Maillard (Bruselas, 1951). Esta afirmación responde a varias razones poderosas que son las que definen a esta escritora. En primer lugar, el depósito de vida, de experiencia de ser, que hay en dicha obra. No es la escritura, en este caso, el resultado de la ligereza, de un "construir" el texto, sino el resultado de una experiencia interior que transforma al que escribe y que, a la vez, va metamorfoseando y enriqueciendo su escritura. Hasta aquí todo lo que de sustrato vital hay en ella.

Pero a este proceso de Maillard han cooperado otros factores de índole externa, formativa o vivencial. Así, siempre se ha dado en ella una poeta que razona, una estética que no sólo responde a que ha sido profesora de esta materia sino a que su sentir va íntimamente unido a un reflexionar. En este volumen hay una gran carga ensayística, pero me atrevo a decir que siempre es la poesía la que late en el fondo de sus preguntas y de sus respuestas, y aunque nos transmita esa resonancia trascendental en este libro por medio de cuatro géneros que, sutil o subterráneamente, se enlazan: el diario, la poesía, el ensayo y la crítica.

Hay una segunda razón que influye en Chantal Maillard y que la marca poderosamente: la presencia de la India. Ella ha vivido este país con gran intensidad y en unos años anímicamente decisivos, pero lo que cuenta es el testimonio final: lo que ha escrito. Aquí llegamos ya al contenido de este libro que, desde su título, nos sumerge en el mundo, la cultura, las vivencias de India, paradigma de raíces culturales universales (también de su influencia, lo que ella reconoce como "la deuda europea": no habría existido "el idealismo alemán sin el vedanta, el budismo o el taoísmo").

Leo este libro cuando acabo de regresar precisamente de un viaje a la India, de una inmersión temporal y epidérmica en este país, pero me encuentro en unas condiciones ideales para comprender lo que significa esta aproximación de Occidente a Oriente, en este caso tan fundamentada. Estamos ante los textos que Maillard ha escrito sobre la India. Como creadora, hay en ellos una progresión que, en los grandes poetas, siempre va del sentir al pensar. De ahí que lo vivencial (el testimonio de las páginas de diario) abra este volumen y que luego sea la poesía -tan depurada y honda- la que nos sumerja en la extremada realidad.

Hemos dicho que estamos ante una escritora que pasa, en su mensaje, por la prueba del análisis erudito, en la parte más extensa del libro. El ensayo crítico se irisa en temas múltiples, pero nunca para huir de la realidad (aunque la metamorfosee siempre) sino para extraer de ella sus raíces, la viva actualidad. En este sentido, es muy revelador el texto "La India globalizada: ¿quién gana y quién pierde?", que podríamos parafrasear diciendo "El Mundo globalizado: ¿quién gana y quién pierde?".

Nos sitúa ante un análisis de la realidad más viva de la India en confluencia con el planeta de todos. Sus expresiones ("naúsea global", "trivializar", "desvirtuar", "la economía del ansia") conducen a la desesperanza, pero ahí está el poeta para ofrecer las soluciones extremadas . Maillard lo expresa así: "Nada habrá cambiado salvo, en nuestro interior, algo de desasosiego añadido […] Todo lo que ocurre en este instante ocurre aquí y ahora. Y no puedo dejar de saberme aquí, yo también, en este instante. Por eso hablo, por eso escribo". Son palabras escritas en 2012. Antes, nos encontramos con casi tres décadas de textos (muchos de los aquí recogidos son inéditos), en los que la autora ha fijado, de manera pormenorizada, su testimonio, la experiencia de ser y de escribir en los límites.

Sobrevolamos sólo características generales de este libro. Se imponía quizá un análisis pormenorizado de los distintos géneros del mismo, o de cuanto más esencial hay en él -una poética clara, una metafísica y una estética, también una crónica-, pero nos lo impide el espacio. Por eso, remitimos a su lectura, que supone un gran avance para la aproximación (fértil, fundamentada) entre culturas. Es seguramente, por encima de sus muchos valores, el don primordial de este libro: que en él se valora una cultura, originaria y actual, desde la mente de una occidental. Para ello, como he dicho, ha sido necesaria una sensibilidad poética, que es la que aporta radicalmente las ideas fecundas y los sentimientos en los límites.