Novela

Hijos de la luna

Raquel Heredia

17 octubre, 1999 02:00

Plaza & Janés, 1999 123 páginas, 2.100 pesetas

E l horror es siempre una experiencia que, repetida a lo largo de los años, se convierte en cotidiana, que nos acompaña a través de las distintas mutaciones en las que se enmascara para seguir presente en nuestra existencia. Si en La agenda de los amigos muertos, Raquel Heredia nos ofrecía la dolorosa crónica de la vida de su hija Ada, quien durante diecinueve años vivió atrapada en el mundo de la droga para terminar falleciendo de sida, en este último libro nos ofrece ya un atisbo de esperanza, la vida que continúa tras esa larga oscuridad pacedida por algunos jóvenes en la década de los 80 y 90.

Hijos de la luna es la continuación de ese relato, una reflexión después del dolor, de esa abuela-madre que tiene que asumir una segunda maternidad tardía al hacerse cargo de los dos niños de su hija difunta. El libro es una especie de diario que relata los cuatro años siguientes a la muerte de su hija y el redescubrimiento de las obligaciones y los problemas de una madre en las postrimerías de los 90. Los dos chicos han sido testigos en su primera infancia del duro deambular de sus padres fallecidos y tienen que asumir su nueva vida en compañía de su abuela.

Con un tono íntimo y coloquial, Heredia descubre en estas páginas los nuevos peligros a los que se enfrentan los adolescentes actuales, la difícil tarea de ayudarles a crecer y constituir una personalidad sana, las dudas y problemas que surgen en una mujer cuyo destino es una constante lucha con el presente. Heredia refleja muy directamente en voz alta la difícil tarea del amor materno llevado a través de las generaciones hasta sus últimas consecuencias.