Novela

Ella, maldita alma

Manuel Rivas

17 octubre, 1999 02:00

Trad. de D. Vilavedra. Alfaguara. 168 páginas. 1.700 ptas. El secreto de la tierra. Trad. de B. Losada. Alfaguara. 248 páginas. 2.200 ptas.

Estos relatos de extrema sencillez estilística y de turbadora complejidad simbólica, están escritos con amor y humor, hechos de vida, misterio, belleza y ensoñación

Desde la obtención del premio Nacional de Narrativa con el libro de cuentos ¿Qué me quieres, amor? (1996) Manuel Rivas está siendo en estos últimos años protagonista de un fenómeno literario sin precedentes en las letras españolas surgidas en una lengua minoritaria. Cada libro suyo es un acontecimiento. Tales expectativas se centran ahora en en el último volumen de relatos, Ella, maldita alma, traducido por Dolores Vilavedra, y en la recuperación conjunta de dos textos anteriores en El secreto de la tierra, donde se han reunido el libro de cuentos Un millón de vacas (publicado en gallego en 1989 y en castellano en 1990) y la novela Los comedores de patatas (editada en gallego y en castellano en 1991), los dos en traducción de Basilio Losada. Me parece muy oportuna esta reedición del primer libro de cuentos y la primera novela del autor en el mismo volumen porque ambos son los textos en los que se ha fraguado la creación del universo narrativo del escritor y porque, además, entre ambos hay profundas conexiones que ahora se perciben mejor en esta edición conjunta "con muy ligeros retoques de mampostería", según adelanta Rivas en un breve prólogo que termina con un penetrante "decálogo de intuiciones".

Un millón de vacas es un texto proteico híbrido de poemas (procedentes de tres libros de versos anteriores) y relatos en disposición alternante. Su combinación de géneros se completa ahora con la incorporación de la novela corta Los comedores de patatas en el mismo libro. Todo queda así englobado en El secreto de la tierra en una feliz conjunción de poemas que relatan una historia concentrada en sus elementos mínimos y breves relatos cuya historia se diluye en un emotivo efecto final que los aproxima a la intensidad de la percepción lírica. Poemas, cuentos y novela corta componen una depurada crónica sentimental que hunde sus raíces en los vínculos rotos durante la noche sobrevenida en el paso de una Galicia rural a la moderna sociedad urbana. La exposición del sangrante desarraigo producido en el extravío entre el pasado de la aldea y el asfalto de la ciudad se encarna ya en el primero de los cuentos y culmina en la novela corta final. Y las conexiones temáticas y formales se anudan aun más en El secreto de la tierra, pues uno de sus "retoques de mampostería" consiste en haber suprimido de Un millón de vacas el cuento titulado La nuez, en el cual se continúa la historia de Primer amor, porque ya estaba integrado con toda propiedad en un capítulo de Los comedores de patatas. La figura de Gabriela une así la historia del Primer amor (en el cuento primero), truncada por su marcha de la aldea y el infortunio que le clavó el dolor en la sonrisa, con la situación de La nuez, donde Gabriela afirma su decisión de que su criatura crezca en el pueblo, y con la desgraciada historia de Sam, el desarraigado protagonista de Los comedores de patatas, pues en el capítulo anterior ("Las patatas") se recuerda el pasado noviazgo entre ambos.

El secreto de la tierra indaga en "ese paisaje mental que se funde con la ‘zona de misterio’ de la condición humana". Ambos componentes ("paisaje mental" y "misterio de la condición humana") constituyen el centro imantado en torno al que se mueven los cuentos de Ella, maldita alma. Son trece y entre ellos hay textos de excelente calidad artística. Pues el autor ha sabido profundizar en la depuración de sus formas narrativas, sin renunciar a su afirmación personal de solidaridad con los humildes y de compromiso con su tierra, guardando la máxima fidelidad a su mundo imaginario y a su modo de contarlo por medio de una actitud lírica que valora el hechizo de lo mágico y se complace en el arte de sugerir. Así se manifiesta en estos relatos de extrema sencillez estilística y de turbadora complejidad simbólica, escritos con amor y humor, hechos de vida, misterio, belleza y ensoñación para adentrarnos en el secreto de la existencia humana y en el inaprehensible latir de nuestras ansias. Son textos ejemplares de narrativa intimista que explora paisajes del alma en delicadas situaciones de amor, amistad, ternura, incomunicación, hambre, muerte y belleza. Sus conflictos se encarnan en gentes del campo o del mar, ambientados en un amplio marco temporal desde la posguerra hasta la actualidad y en ámbitos gallegos de la emigración o en espacios autóctonos que van desde los umbrales prerromanos de "O Cebreiro" hasta los acantilados de la "Costa da Morte" pasando por el laberinto de piedra en Santiago y la geografía coruñesa natal del autor.