Novela

Ecos de suciedad

Fernando Vizcaíno Casas

23 enero, 2000 01:00

Planeta. Barcelona, 1999. 217 páginas, 2.400 pesetas

Con su habitual sorna crítica y sus reconocidas ironías apostillando situaciones, siempre de nuestro tiempo, regresa Vizcaíno Casas a la novela. A la ficción recreadora de aquellos episodios sociales que invitan, a su vena de infatigable cronista de lo grotesco, a erigirse en grueso de tramas conducidas por su peculiar punto de vista y un acentuado tono sarcástico que no oculta su intención de lamentar lo que denuncia. En este caso la queja va dirigida contra los excesos de aquellos personajes dispuestos a todo por la embaucadora recompensa de fama y dinero; y la denuncia no oculta la evidencia de manifestar su indignación contra los medios de comunicación que propician y alimentan toda clase de patrañas y escándalos sentimentales. A ellos se refieren los Ecos de suciedad que anuncia el título, y lo que contiene, como podrán suponer sus lectores, es una farsa rocambolesca por la que circula toda la galería de ricos y famosas -reales e inventados- que cabe encontrar en un "sarao" de este género: periodistas del corazón, vidas disolutas, personajes de plástico, actuaciones inicuas... O lo que es lo mismo, me imagino, desde el presentador de un exitoso programa de televisión "por el que circulan semanalmente adúlteras famosas, homosexuales ilustres y chulos de renombre", hasta el "marqués" dispuesto a dejarse enredar en un falso escándalo sentimental con tal de recuperar su posición económica.

Con este repertorio y un largo y previsible etcétera de asuntos de sobra imaginables construye el autor una trama sencilla y lineal, entretenida con lances paródicos y episodios a veces forzados hasta el absurdo. Más humorística que agria, hay que decirlo, como corresponde a su estilo, y a su intento -así lo advierte en las palabras que preceden a la lectura- de guiarse por lo que llaman "los juristas animus jocandi: propósito de divertir".