Novela

La noche y la niebla

José Ramón Martín Largo

31 mayo, 2000 02:00

Alfaguara. Madrid, 2000. 328 páginas, 2.600 pesetas

Conflicto individual y alcance colectivo se integran con pleno sentido en un texto de sólidos valores literarios por su hábil estrategia narrativa

José Ramón Martín Largo (Toledo, 1960) es autor de tres novelas publicadas en los 90: El momento de la luna (1995), El añil (1997) y La noche y la niebla. En ellas se descubren unas constantes que singularizan la narrativa del autor en el panorama literario actual. Sus historias se desarrollan en atmósferas íntimas, con ritmo lento, morosidad descriptiva y atención al detalle. En sus asuntos aflora la leyenda medieval de Raquel, la judía asesinada por sus amores con el rey Alfonso VIII. Con ello se aborda la cuestión judía como una de las preocupaciones recurrentes en la literatura española. Y en lo formal su obra se caracteriza por la rigurosa elaboración estructural y estilística de unas novelas que han heredado de Faulkner y de Benet la primacía del discurso, su complejidad y abstracción, y su concepción simbólica del relato por encima de toda visión mimética de la realidad.

La noche y la niebla arranca como una novela negra con un crimen cometido en ajuste de cuentas entre la venganza y los celos. Pero muy pronto la novela impone su discurso intelectual y simbólico en la recreación de una accidentada peripecia familiar que se entronca con la historia del siglo XX en torno a la II Guerra Mundial y su preámbulo en la guerra civil española. Los hechos más importantes se localizan en este marco histórico y son recordados desde un vago presente narrativo situado en los años 50. En su origen hay una historia familiar con profundas diferencias sociales. Estos años de aprendizaje transcurren en un lugar de la costa española que en su configuración geográfica escindida entre la ciudad marítima y el valle interior anuncia otros contrastes más profundos entre sus gentes. De allí sale el protagonista (un artista frustrado que esconde su agostamiento pintando laberintos), libre de compromisos militares por el prestigio de su familia, para una larga estancia en la Bretaña francesa y en la ciudad italiana de Ostia. De sus andanzas bretonas queda la relación con la hija de una posadera, de ascendencia judía, y un hijo que acabará emprendiendo la búsqueda del padre y de sí mismo. Pero antes se habrá producido el reencuentro y la posterior denuncia y traición de Salacrou que arrastra a Lilian y al hijo de ambos a un campo de exterminio cerca de Auschwitz. De ella no se vuelve a saber más. Pero el hijo sobrevive, busca sus orígenes y narra la historia familiar y su reencuentro con los personajes de la misma. Entre ellos sobresale un antiguo conocido del padre que es la tercera figura de aquel triángulo amoroso. Lo cual explica que sea él quien asesina a Salacrou al comienzo de la novela.

Se cierra así una convulsa historia familiar alimentada por graves desigualdades sociales. En su juventud mientras el protagonista seguía sus estudios de artes plásticas el que acabará siendo su asesino posaba desnudo para ganarse la vida. Por eso esta conflictiva relación entre un artista fracasado, una mujer judía y un anarquista da lugar a una novela auténticamente europea, porque tanto el aprendizaje artístico y humano del protagonista como la diferente extracción social y cultural de sus tres personajes centrales y sus búsquedas, encuentros y separaciones están enraizados en la encrucijada de guerras y horrores que azotaron la Europa del siglo XX. La impronta de Céline y su estremecedor Viaje al fin de la noche se hace patente en varios momentos de la novela. Y su título alcanza su verdadero significado simbólico y existencial. Pues estas criaturas se mueven en la noche de la historia reciente y en su oscuridad sobrellevan la niebla de sus naufragios. Conflicto individual y alcance colectivo se integran con pleno sentido en un texto de sólidos valores literarios por su hábil estrategia narrativa y por lo que supone de búsqueda en el horror de la Historia y en la capacidad del ser humano para el mal.