Image: Juanelo o el hombre nuevo

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Novela

Juanelo o el hombre nuevo

Jesús Ferrero

14 junio, 2000 02:00

Alfaguara. Madrid, 2000. 280 páginas, 2.500 pesetas

Del punto de partida en forma de novela histórica y de ciencia ficción se llega a un relato del aprendizaje, en el cual su protagonista va completando su acceso a la experiencia en los distintos órdenes de la vida

El italiano Gianello Turriano fue un célebre inventor que construyó relojes, astrolabios, clepsidras y otros ingeniosos artefactos en diferentes cortes europeas. Afincado en Toledo, llegó a ser el relojero de Carlos I e ideó una prodigiosa maquinaria para llevar el agua del río Tajo a la ciudad. Por su capacidad de invención el nombre de Juanelo se hizo muy popular y, como tal, aparece en múltiples referencias en los textos del Siglo de Oro español. Su figura se convirtió en legendaria, dotada del poder de fabricar autómatas que pudiesen realizar diferentes servicios a su creador.

Esta leyenda es la que ahora retoma Jesús Ferrero (Zamora, 1952) en su última novela, en la que abandona los ambientes urbanos actuales de sus obras más recientes para recrear el marco de la ciudad de Toledo en las postrimerías de la Edad Media y en el transcurso del Renacimiento. Con ello ha dado cima a una novela histórica que se permite múltiples anacronismos, lejos de cualquier reconstrucción arqueológica ni en la historia novelada ni en su estilo elaborado en un castellano plenamente actual. Del Toledo medieval importa el ámbito de irrealidad y fantasmagoría casi gótica que ya abordaron antes otros autores, además de su habitual confrontación entre la realidad cotidiana y el oscurantismo alimentada por la convivencia de inventores y alquimistas, pintores y poetas en un ámbito de supersticiones vigiladas de cerca por los poderes político y religioso.

En idéntica medida que novela histórica, Juanelo es también un relato de ciencia ficción. Pues Gianello dio, con su muerte y el conocimiento aprendido en la cábala, vida al homúnculo Juanelo, cuyo cuerpo fue modelado también por su propia hermana Bárbara Medea. Y así, del punto de partida en forma de novela histórica y de ciencia ficción se llega a un peculiar relato del aprendizaje, en el cual su protagonista va completando su acceso a la experiencia en los distintos órdenes de la vida. Se empieza por el lenguaje y se acaba por el problema de la muerte, después de pasar por la necesidad del amor y las dudas derivadas de la libertad. Con ello el autor ha planteado el eterno problema de la exigencia que cada cual siente por encontrar su lugar en el mundo. Al hacerlo desde la perspectiva de un autómata en quien se encarnan todas las ansias humanas se aborda de lleno el problema de la diferencia. Pero dicho perspectivismo no es más que una deliberada ponderación de la diversidad representada en todos y cada uno de los seres humanos. Así que el resultado final viene a ser un texto proteico en el que el marco histórico y las posibilidades de la ciencia ficción se integran en una novela existencial que intenta expresar la angustia generada por el peso de la vida.

En su elaboración el autor ha tenido presente la tradición que procede de los mitos clásicos de Prometeo y de Pigmalión, ambos por su tentativa de suplantar a los dioses y dar vida a sus criaturas, y que llega hasta los replicantes de Blade Runner en quienes anidan los más íntimos anhelos de los seres humanos. Así Juanelo en su angustiosa búsqueda por conocer la materia de que está hecho, por su gradual humanización en el logro de la palabra, por su dificultad de aprehender el tiempo y por su paradójica necesidad de conquistar la muerte, esencial en toda la condición humana. Esta prosapia se enriquece con el legado de Calderón y de sus consideraciones de la vida como sueño o como teatro. Algunas reflexiones de Juanelo recuerdan muy de cerca las dudas de Segismundo en su lucha interior. Y no es éste el único anacronismo que el autor se permite. Pues no en vano se parte de la Historia con un relato de ciencia ficción proyectado al futuro en su dramática indagación sobre la existencia humana, con especial hincapié en la implícita interrogación sobre ignotas posibilidades de la vida y la conciencia artificial.