La última batalla de Vincavec
ESPIDO FREIRE
18 abril, 2001 02:00La anécdota contada en La última batalla de Vincavec el bandido es doble: Lidia, aficionada a la escritura y colaboradora en revistas escolares, ha inventado un personaje del que está enamorada: un bandido llamado Vincavec que, al modo de Robin Hood, roba a los ricos para ayudar a los pobres. Para él ha creado Lidia un reino idílico, una región sublevada contra un gobernador despiadado, una pandilla de secuaces buenos y un batallón de soldados malos. En la trama principal se insertan las historias que la protagonista inventa, cocinadas con los mejores ingredientes del relato de aventuras clásico y más de un guiño a lo cinematográfico. La trama empieza la noche en que a Lidia se le aparecen sus personajes para insubordinarse contra su propio destino. Una idea varias veces repetida en literatura -Niebla, de Unamuno, es referente obligado- pero a la que la autora sabe sacar gran partido.
Como debería imponer la colección en la que se inserta -escribir para jóvenes implica una gran responsabilidad que muchos autores olvidan-, la novela no permite descanso al lector. Seducirá, entretendrá y divertirá a lectores de cualquier edad. Es una buena novela y, en el sentido apuntado, un acto responsable.