Novela

Primer vuelo

Clara Usón

23 mayo, 2001 02:00

Muchnik Ed. Barcelona, 2001 300 páginas, 2.400 pesetas

Los dos títulos publicados hasta el momento por Clara Usón (Barcelona, 1961) van sumando motivos para resaltar a una interesante y personal escritora. El primero fue Las noches de San Juan (premio Femenino Lumen, 1998); y el segundo, este Primer vuelo, reafirma la solvencia de su escritura con un argumento articulado sobre cualidades que en contadas ocasiones reparten sus fuerzas de manera tan equitativa: imaginación, sensibilidad y talento narrativo. Una alianza difícil de sostener en un relato de considerable extensión que se desarrolla con recursos nada ostentosos y aun así originales, que versa sobre un caso real y se organiza en un discurso que cambia de registro para recorrer dos tiempos, dos zonas de la vida de una mujer, Laura Alonso.

Una de ellas recorre sus vivencias en el verano del 76, en Córcega. Tenía 12 años, una realidad familiar hostil y muchos motivos para buscar refugios en su voraz fantasía. La otra revuelve en su presente, en Barcelona: 35 años, independiente, ejecutiva de una importante asesoría fiscal, y sobre todo "práctica y eficaz". Nada le queda de aquella "imaginación tóxica" que invadía su vida como un "virus" que logró suprimir a base de "esfuerzo, disciplina y voluntad". Pero algún elemento de inestabilidad ronda su vida, porque la conocemos en el diván de una psiquiatra dándole vueltas a emociones que creía dominadas.

Ésa es la idea que desata una trama llena de alicientes y sorpresas argumentales. Pero el tema o los temas que la empujan, hábilmente traídos y llevados, son más hondos y reciben un acertado tratamiento. Porque esta historia habla de una infancia llena de miedos, remordimientos, carencias y culpas, que pasan inadvertidas ante los adultos; un lastre que se cobra en proyectos que buscan olvidar y saldar cuentas con el daño. Y sobre todo, y ahí se apoya el sentido de la historia, habla de regresar a la imaginación, de reivindicar la fantasía necesaria para batirse con la vida.