Image: Balcón de piedra. Visiones de la Plaza Mayor

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Novela

Balcón de piedra. Visiones de la Plaza Mayor

Luis Mateo Díez

27 junio, 2001 02:00

Ollero y Ramos. Madrid, 2001. 138 páginas, 1.700 pesetas

Luis Mateo Díez, rebasados los 50 años, ha hecho su particular transición entre dos siglos dueño de una madurez creadora que lo convierte en uno de los novelistas españoles más importantes de nuestro tiempo. Su dilatada trayectoria literaria ha ido profundizando cada vez más en la provincia del hombre, por decirlo con palabras de Canetti, hasta llegar a la invención de espacios simbólicos casi desnudos de referentes reales como el rulfiano Celama en La ruina del cielo (1999) o los kafkianos pasillos y pensiones de las tres novelas cortas reunidas en El diablo meridiano (2001). A la vez que en sus novelas y cuentos el escritor leonés ha desplegado su labor creadora en libros compuestos por reflexiones sobre su propio quehacer narrativo (El porvenir de la ficción), evocaciones del territorio de donde surgen sus ficciones (algunos textos recopilados en El pasado legendario) y consideraciones meditativas sobre los espacios donde transcurre gran parte de su vida cotidiana.
A esto último responde Balcón de piedra, hermoso libro en el que su autor ha reunido treinta "Visiones de la Plaza Mayor" de Madrid, publicado en rústica y en edición de tapa dura con fotos de Amaia de Diego. El "balcón de piedra" es el de la Casa de la Panadería donde el autor ha desempeñado su trabajo como funcionario desde 1974. La Plaza Mayor es, por ello, un espacio físico y mental depositario de muchos momentos de la existencia diaria, pero también un territorio en el que la memoria y la imaginación evocan presencias y ausencias o alimentan secretos y enigmas por medio de la palabra, cuidada con tanto esmero como es habitual en el autor. Los treinta capitulillos, más el breve prólogo del escritor, son otras tantas piezas literarias que, bajo el amparo común de la plaza, repasan la historia de su formación, alumbran la vida de mendigos y de ilustres personajes que pasan por sus piedras y soportales, se hacen eco de la amistad a colegas que acompañan al autor en sus vivencias, entre los cuales aparecen Longares, Zúñiga y Merino con sus libros madrileños, y rinden homenaje a escritores españoles que han dejado su huella , como Galdós, Baroja o Valle, y a otros foráneos, como Kafka, Pessoa o Cavafis, cuyas vidas se ligaron a otras plazas de Praga, Lisboa o Alejandría.

Balcón de piedra es, así, un gozoso libro que se lee con placer por su literaturizada memoria de emociones y sentimientos.