Te amaré después de siempre
Alfonso S. Palomares
11 julio, 2001 02:00ése es el pulso dominante de un argumento minuciosamente construido para discurrir entre la memoria personal y la histórica; para transcurrir entre dos escenarios hermanados por la guerra, por la emigración... De un lado Cuba llena de historias "coloristas" colmadas de fogosidad y de sensualidad cubanas; del otro un rincón de la Galicia profunda, Randín, donde acaban cayendo los límites "entre lo cierto y lo falso". En medio Ricardo Souto, que un día llegó a Cuba como soldado y allí se instaló. Ahora Cuba se aleja de España mientras la guerra "que viene" deja de ser un rumor.
ése es un asunto que enturbia los ánimos de todos, pero no impide que ocurra la historia de amor que llenará de posiblidades inauditas el sentido de una promesa que durará "siempre y aún después". ésta nace de "un golpe de corazón" que marcará el destino de su nieta María Amanecida, enamorada del corresponsal de un periódico neoyorquino. Al hilo de esa apasionada relación surge el relato de otras historias ingeniosas, perfectamente tejidas, que van dando cuenta de esa otra Cuba, devota del santerío; de esa otra Galicia, marco idóneo para consumar el significado de una promesa imposible.