La segunda novela de Eduardo Iglesias (San Sebastián, 1952), editada directamente en formato de bolsillo, es un delirante relato en el que los retazos del recuerdo de un hombre moribundo conforman una trama que nos lleva de la infancia en un pueblo del Norte de España a los Estados Unidos de la desigualdad y los tópicos peliculeros. Las experiencias del protagonista con las mujeres, algunas de las pasiones que rigen su existencia, sus relaciones familiares, o su estancia en una cárcel, de la que se fuga, son algunas de las peripecias que, contadas a ritmo casi cinematográfico -o de rapidísimo "zapping", incluso- van urdiendo la experiencia vital de este perdedor de altos vuelos, hasta llegar al mismo momento de su muerte, desangrado, mientras la policía lo acecha y él rememora toda su vida, con que la historia arranca y termina. Un libro con pretensión formal, estilística y argumental, que no defraudará.