Novela

Vera

Elizabeth Arnim

9 enero, 2002 01:00

Trad. M. Diago y A. Debritto. Del Bronce, 2001, 302 páginas, 17’43 euros

hay historias de amor tan mentirosas que descalabran la identidad de la mujer/víctima, porque lo que se plantea como conjunción de sensibilidades termina por ser una fagocitación de la personalidad. Con una extraordinaria ironía, Von Arnim nos plantea, sin tesis militantes, pero con transparente claridad, un serio aviso de navegantes sobre los peligros de la "posesión" masculina.

Desgrana los sentidos de estos personajes, especialmente de la joven Lucy, quien, educada en una libertad nada común entre las mujeres de los años 30, se encuentra que, nada más fallecer su padre aparece en la puerta del jardín de la casa francesa en la que veranean un hombre maduro, Wemyss, con el que comienza una fuerte relación.

Los acontecimientos que radiografía Von Arnim con exquisita y precisa minuciosidad son como pequeños universos que se van perdiendo. A medida que transcurre la acción, el lector comprobará que el mundo de las apariencias no corresponde a las premisas supuestas, mientras los personajes demostrarán una complejidad y valentía inesperada.

Aunque nacida en Syney (1866), Elizabeth Von Arnim se educó en Inglaterra, y viajó por varios países, entre ellos a Italia, donde en 1889 conoció a su primer marido, el conde Von Arnim, con quien se casó un año después, fijando su residencia en Berlín. Enviudó en 1910 y poco después de 1914 se casó de nuevo, experiencia que resultó un fracaso y que recrea en Vera.

Vera, la primera mujer de Wemyss, muerta en extrañas circunstancias, demuestra una presencia ausente que justifica toda la fábula oculta en esta narración.