Novela

El guerrero del crepúsculo

Hugo Burel

13 febrero, 2002 01:00

Premio Lengua de Trapo, 2002. 141 págs., 11’71 euros

Hugo Burel es un autor casi desconocido en nuestro país. Nacido en Montevideo en 1951, su obra está compuesta por volúmenes de cuentos y por un interesante ciclo novelístico. Dotado de un sentido de la contención plenamente significativo, su obra tenía hasta hoy dos ejes temáticos: en sus cuentos planteaba la visión de la frontera que separa lo real de lo irreal, mientras en sus novelas se centraba en un momento histórico. La novela que ahora nos presenta se vincula más a su labor como cuentista. En ella las perplejidades ante la realidad, el absurdo de los comportamientos a los que se ve abocado el hombre son narrados con la misma precisión que sentido del humor. Burel nos propone una realidad como principio desordenado y perdido de la conciencia, aquello que en Faulkner empezó a adquirir ese carácter de pesadilla soñada por un idiota.

Pero lo que además hace de esta novela un placer de lectura y un logro indiscutible es su elegante manejo del idioma, su destreza a la hora de convocar en ella una amplia gama de recursos narrativos. Su brevedad, su contención a la hora de narrar no son sino una forma de produndizar en su emoción irrevocable y una manera de crear en el texto una tensión que nos lleva a ese final sin escapatoria. Y todo ello para crear una suerte de lucidez en un texto inteligente y perfectamente calibrado y donde intenta demostrar ese mundo desquiciado de nuestras relaciones y de la inhumanidad humillante que nos rodea. Sin estridencias, Burel ha creado una metáfora de eso que él definió con esta frase: "¿Qué pasa después de la vida y antes de la muerte?".