Novela

La jugadora de go

Shan Sa

17 julio, 2002 02:00

Premio Goncourt des Lycéens. Del Bronce. 274 págs. 12 euros

El go es la versión chino-japonesa del ajedrez, otro ingenioso juego de base matemática en el que los dos jugadores emprenden una fría batalla de aniquilamiento y conquista. Entre los contendientes surge la misteriosa atracción de los contrarios y se pasa del deseo al miedo, de la pasión al odio, de la luz a la sombra.
Los 92 capítulos de la novela de Shan Sa (Pekín, 1972) pueden ser las anotaciones parciales o inscripciones del gran juego de la vida. En ellas, una joven manchú y un oficial japonés destinado al Imperio manchú relatan, de manera alterna, la larga historia personal que precedió a su encuentro sobre un enorme tablero de go. La primera mitad de la novela traza la relación biográfica de dos amantes que se ignoran pero que no dejan nunca de acercarse; cada etapa del camino es otro nuevo peldaño en la ascensión a la cima abismal que supone su definitivo encuentro.
La jugadora de go es el fruto de un enorme trabajo de asimilación de la mejor tradición oriental. Estructurada sobre diversos planos narrativos, que se enriquecen mutuamente, despliega en las primeras líneas de cada capítulo un lirismo intenso. No obstante, su lectura deja un regusto amargo. El lector observa cómo se traza una elipse que va de la parte (el juego) al todo (la vida), para volver al punto inicial, es decir a la representación de un juego fatal que termina en la imposibilidad del amor y en la muerte absurda. Lejos del sentido griego de destino, en la novela se adopta acríticamente la lógica determinista de la matemática. Sustituida por el juego, la vida no obedece a sus reglas y se convierte en una pesadilla letal.