Novela

La última legión

Malerio M. Manfredi

24 abril, 2003 02:00

Trad. J. R. Monreal. Grijalbo. 430 páginas, 18 euros

La caída del Imperio Romano está establecida oficialmente en el año 476 d. C. Rómulo Augusto fue depuesto por Odoacro, un jefe hérulo que envió las insignias imperiales a Constantinopla, afirmando que un solo emperador bastaba para todo el imperio.

Manfredi, arqueólogo de formación, enlaza, con gran eficacia narrativa, el declive de ese período con un desenlace artúrico. A manera de parábola, tomando como protagonista a Aureliano Ambrosio, enlaza ese declive imperial con el comienzo del mundo caballeresco medieval. Enlazando ficción y documentación histórica, la narración parte de un grupo de soldados romanos que se enfrentan a un universo que agoniza. El Imperio romano, como todas las civilizaciones dominantes, se pensaba inmortal y las migraciones de esos pueblos bárbaros no pretendían la destrucción del imperio, sino formar parte de él.

Las fuentes de las que se nutre Manfredi, tanto de la latinidad tardía, como de Plutarco, San Agustín, entre otros, o de textos altomedievales que configuran la parte última "británica", quedan magistralmente entreveradas de una ficción muy cinematográfica. Nos encontramos con una novela de aventuras de base histórica, recorrida por una acción trepidante, hasta desembocar en una transposición de las leyendas artúricas, a modo de memorias de Meridio Ambrosino, Myrdin Emreis, druida del bosque sagrado de Gleva. De la espada de César a Excálibur, de Rávena hasta el muro de Adriano, el lector se apasionará con los avatares de la historia y del mito, con un imperio que se disuelve en las tinieblas del tiempo.