Santiago Gamboa. Foto: M.R.

El colombiano Santiago Gamboa (1965) ha publicado la mayor parte de sus novelas en España. El cerco de Bogotá está integrado por una novela corta y cinco relatos. Salvo uno de los cuentos, el resto de las narraciones se ocupan de periodistas en acciones más o menos verosímiles. El autor elige un estilo directo y una trama tradicional que pretende conectar con el gran público. Pero cuando el lector descubra en una inverosímil situación (p. 12), un diálogo entre dos exóticas periodistas, una de las cuales se encuentra desnuda en cama ajena, la frase: "Caray, anoche bebiste como una prostituta de Minsk", su tendencia natural será abandonar el libro a los infiernos.

"El cerco de Bogotá", la novela corta, de política ficción, trufada de elementos erótico-sentimentales, con un cierto sentido del humor, que se agradece, no es lo mejor de Gamboa, ni siquiera del libro. El más interesante de los relatos es "Muy cerca del mar te escribo", con el telón de las elecciones argelinas como fondo. "Clichy: días de vino y rosas", inspirado en las relaciones de Anaïs Nin y Henry Miller, aunque en el París de los 90, posee escaso interés, como "Urnas", bastante inverosímil, aunque menos que "Tragedia del hombre que amaba en los aeropuertos". "La vida está llena de cosas así" constituye la excepción. Situados en ambientes muy diferentes, el conjunto se lee con interés porque el autor narra con desparpajo situaciones disparatadas. Tras el libro hay un escritor de oficio, volcado a un público que no espera ni técnicas narrativas depuradas ni diálogos inteligentes.