Cierto que la narrativa no es imprescindible para conocer la Historia. Cierto también el discurso de una novela puede llegar hasta donde no llega la Historia, sobre todo si está asentado sobre el rigor documental y si cumple la doble misión de ilustrar sobre un tiempo pasado y entretener. Requisitos que, sin lugar a dudas, cumple El hidalgo segundón, primera entrega de la trilogía El tiempo de las mariposas. De su autor, Alfredo García Francés (Bilbao, 1949), sólo sabemos que cuenta con una larga experiencia en el periodismo gráfico (Premio Nacional en 1984), pero podemos deducir que se trata de un afanado lector de esta clase de ficciones, que en esta idea ha volcado el resultado de su interés por la época de los descubrimientos y los descubridores de América unido a su obsesión por construir -planificando con extrema minuciosidad una compleja arquitectura argumental- su versión de lo aprendido y lo imaginado sobre aquel tiempo.
De lo que pudo haber sido la vida de un joven, castellano, pobre, hidalgo, segundón, de nombre Lucas Espinosa de los Monteros, trata este relato en el que él mismo narra su peripecia vital desde que zarpa en Sevilla, rumbo al nuevo mundo. De la pérdida de su inocencia, de cómo es víctima de una diabólica persecución por culpa de un incidente con un poderoso comerciante genovés, de usos y costumbres de indios y españoles, de los abusos de éstos... De un enredo en el que el relato de las tribulaciones del personaje adquiere volumen y matices gracias al impecable dominio del registro lingöístico. Le acompaña un estilo ameno, atento al tono exigido por la voz protagonista, que a veces abusa de su protagonismo en extensos pasajes descriptivos.