Image: El juego de las parejas

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Novela

El juego de las parejas

Andrés Amorós

22 diciembre, 2004 01:00

Andrés Amorós. Foto: Carlos Miralles

Biblioteca Nueva. Madrid, 2004. 193 páginas, 13 euros

El juego de las parejas lleva un subtítulo entre corchetes: "novela". Es una aclaración, ¿intencionada?, para redundar en el juego novelesco que su narrador pretende.

Cierto que contiene todos los ingredientes de una composición novelesca: un espacio en el que muchas voces ordenan sus vivencias en tres momentos puntuales de sus respectivas vidas, en tres tiempos alcanzados a base de elipsis temporales, en Madrid, y en el escenario de una rea-lidad que abarca desde 1960 hasta 1990. Aunque lo que ofrece no es significativamente novelesco; lo que aquí se orquesta es material humano como si fuera material sonoro, puntos de vista entrecruzados, personajes de la vida cotidiana que "juegan y juegan" al ritmo de la música que el narrador (uno de ellos) decide.

Sus experiencias vitales dan cuenta de la realidad española de ese tiempo a través de referencias emblemáticas generacionales -libros, canciones, películas, personajes de la política y de la sociedad de cada período- de destacados iconos cuya misión argumental consiste en marcar los eslabones de la cadena de cambios que se suceden desde el final de la época de Franco hasta bien entrada y bien consolidada la democracia. Contado así parece un proyecto pretencioso, y lo es, y no hay que negar que se queda algo corto en sus pretensiones: testimoniales y rotundamente poéticas. Esto es, su autor, Andrés Amorós, prolífico autor, profesor, amante de la música clásica, de las composiciones contrapuntísticas y de la armonía que desprenden cuando expresan con maestría variaciones sobre un único tema, no oculta su intención a través de la voz que actúa orquestando ese coro de personajes que por aquí desfila; ni el tono nostálgico de este relato que ensalza la amistad sometiéndola a un difícil reto. La excusa la propicia una noche de San Juan, diez amigos (chicos y chicas), tres deseos y una propuesta: que cada uno escriba lo esencial de su vida a los 20, a los 35 y a los 50 años, para que la historia de ese grupo de amigos no caiga en el olvido. Casi todos son estudiantes universitarios (de Medicina, Derecho, Filosofía y Letras), y todos tienen determinantes familiares, sociales, educacionales, sentimentales. Cómo se resuelven -¡si se resuelven!- es cuestión de tiempo, y éste no siempre juega a favor, pues cuando no pesan las ambiciones profesionales pesan los compromisos personales, o la enfermedad, o la soledad, o la sensación de fracaso. Se le puede reprochar, a su autor, el escaso calado de los personajes, (Julia, Carmen, Eduardo, dan para más) y la explícita declaración de intenciones que incluye la poética sobre la propia narración. Por lo demás se lee de un tirón, y brinda una lectura llena de buenos momentos. No sólo a los de esa generación.