Amélie Nothomb (Japón, 1967) es, probablemente, la escritora más conocida en lengua francesa de hoy en día. Sus libros alcanzan éxitos de venta impresionantes tanto en Bélgica, su país de origen, como en el extranjero. Sus cuentos son relatos cortos sobre personajes adolescentes, extravagantes y solitarios. Todos se caracterizan por una riqueza interior especial que les hace perseguir sueños hasta lo imposible. El perfil de su autora aparece en cada uno de ellos. Nothomb, vestida siempre con sombreros divertidos, adoptó en sus años en Japón el gusto del maquillaje llamativo. Luego vivió junto a sus padres diplomáticos en China, Estados Unidos y Birmania. No volvió a Europa hasta los 17 años, enriquecida con un bagaje cultural difícilmente compartido por ninguno de sus compañeros de universidad.

Esta misma experiencia la encontramos en su nueva novela, Antichrista, en la que se relata la historia de una amistad de dos adolescentes el primer año de estudios en la universidad de Bélgica. Desde el comienzo, el lector adivina el fracaso de esta relación. Blanche y Christa no tienen en común más que la edad, 16 años. Llena de complejos, Blanche admira a escondidas a Christa, una joven mitómana, despreocupada y creída que hará de Blanche su presa ideal. Empezará por invitarse a su casa hasta que Blanche deje que su compañera se apodere de su mundo. Christa invade su cuarto, hechiza a sus padres, no deja a Blanche ni leer ni estudiar, la humilla en cuanto puede delante de los demás estudiantes... En realidad, sus mentiras cubren el rostro de un ser lleno de dudas y nadie más que Blanche es capaz de ver en Christa a la verdadera Antichrista.

Cualquier lector siente algo de su propia historia en este relato que pone en guardia contra las falsas amistades adolescentes que consiguen embaucar al ser más débil. Lo interesante de esta narración es cómo Blanche consigue despertar de su soledad insatisfecha para aceptarse. Seguirá tal y como es al principio de la novela, solitaria, poco querida de sus compañeros, incomprendida por sus padres. Pero esta experiencia le permitirá crecer y aceptarse tal y como es.