Novela

El último amigo

Tahar Ben Jelloun

19 mayo, 2005 02:00

Trad. Malika Embarek. El Aleph, 2005. 142 págs, 15 euros.

"¿Qué es lo que rompe una amistad?" nos pregunta Tahar Ben Jelloun (Fez, Marruecos, 1944) al final de El último amigo. "La traición", responde en un texto que, sin embargo, levanta la gran duda de saber si se puede llamar traición a lo que acabamos de leer. El cuento divide en dos partes las versiones que nos ofrecen Alí y Mamed de su estrecha amistad. Alí es sensible, intelectual, educado y guapo. Mamed impulsivo y violento, capaz de herir con sus palabras dañinas. Alí es cristiano. Mamed musulmán. Los dos extremadamente inteligentes. ¿Qué les unen? Sus diferencias, quizá, como en el amor.

De las dos voces leídas sobre la misma amistad, nos cuesta descubrir a un culpable. Alí y Mamed se conocen en el liceo francés en Tánger, en los años 50. Juntos viven sus primeras aventuras amorosas, los primeros cigarrillos, lecturas y películas, que les abrirán los ojos a lo bien que se vive fuera y a lo mal que se está en un Marruecos donde la falta de libertad de expresión encarcelará a los dos amigos. Los lazos se estrechan de tal forma en medio de la crueldad que acabarán por ahogar sus sentimientos. Al salir, Mamed se marcha a Holanda a trabajar de médico, Alí abandona sus aspiraciones cineastas por quedarse en su país. En la distancia, el uno se convierte en el otro. Mientras Mamed prospera en el extranjero, Alí vive de su familia política. Mientras el uno tiene hijos, el otro sufre de infertilidad. En la lejanía, sus miradas se distorsionan. Nadie es transparente. El último amigo es una novela emocionante sobre la amistad. Su autor logra que un relato entre dos personajes, en una ciudad concreta y durante los años de represión, adquiera una dimensión universal.