A la sombra del templo
Toti Martínez de Lezea
5 enero, 2006 01:00En la casa de postas "El Portalón", sus propietarios, Blas y su mujer, Francisca, se ven beneficiados de tanto trasiego de notables. Pero llegan también personajes misteriosos de alto rango, que parecen estar ligados con sucesos que acaecerán en la hasta entonces tranquila ciudad. Una vez más, Toti Martínez de Lezea sabe recrear atmósferas en su exposición de vidas cotidianas de la primera mitad del siglo XVI. De manera minuciosa, el lector recorre los entresijos de la ciudad de Vitoria, se introduce en sus casas, desde las más modestas hasta los palacios. Usos, costumbres, modos de vestimenta, comportamientos públicos y privados están relatados de manera sucinta y eficaz, insertados en una intriga que se articula a lo largo de la narración de manera muy solvente.
Los acontecimientos sorprendentes se van sumando a la vida de esa ciudad en invierno: de Roma llega la noticia del nombramiento como Papa del cardenal Adriano de Utrech. Maestro de Carlos V desde su niñez, Adrian Florensz, hijo de un ebanista, fue profesor de teología en la Universidad de Lovaina. La noticia hace que toda la ciudad de Vitoria se apresure a celebrar que tan importante personaje se encuentra en su recinto. La ciudad se convierte también en un hervidero de intrigas. Junto a los acontecimientos puramente históricos, Martínez de Lezea nos ofrece una amplia muestra de personajes ficticios, verosímiles, que urden la venganza, la intriga y la vida diaria de una ciudad, como un tapiz donde se plasma el alma humana: desde el procurador general de la ciudad, Pedro Martínez de álava, el maestro carpintero Nicolás, el nieto de un médico converso judío, el comerciante Juan Sánchez de Bilbao, la hidalga heredera Otxanda, el joven novicio fugado, entre una pléyade de personajes bien aquilatados, que hacen la lectura de este libro amena, rápida y emocionante.