Novela

El tren pasó primero

Elena Poniatowska

2 febrero, 2006 01:00

Elena Poniatowska. Foto: Javi Martínez

Alfaguara, 2006. 512 páginas, 19’95 euros

La escritora mexicana Elena Poniatowska (nacida en París en 1932 y residente en México desde 1941) es ya conocida por los lectores españoles. Obtuvo con La piel del cielo el premio Alfaguara en 2001. Y, al margen de su actividad como novelista, ha cultivado el periodismo y el ensayo.

El tren pasa primero es una generosa novela dividida en dos zonas diferenciadas. En una de ellas, el relato es un canto épico al ferrocarril, porque "la revolución mexicana se hizo en tren". La novela se abre ya con una huelga de "ferrocarrileros", inspirada en la de 1959. Su líder, Trinidad Pineda, se corresponde, novelado, a la figura real de Demetrio Vallejo. Con un lenguaje poético y realista, teñido con lo popular, nos ofrece un friso histórico. La huelga le permitirá describir los problemas de un sindicalismo incipiente, contra el "charrismo" (del charro Díaz de León), que representaba a quienes estaban con la patronal y, junto a ellos, la policía infiltrada en las asociaciones. Aparecen en un segundo plano figuras bien trazadas e identificables como Saturnino Maya, siempre desesperanzado, o El Ratón o Gerardo Peña; también Carmelo Cifuentes, comunista, que vive clandestinamente, y que representa una concepción táctica política, frente al sindicalismo de Trinidad.

La novela de Elena Poniatowska constituye un relato vibrante, un hermoso canto al poder de convocatoria del ferrocarril, símbolo de la libertad, y sus diversas gentes en el México postrevolucionario. Ya en la primera parte descubrimos algunas figuras femeninas esenciales que serán determinantes en "la lucha", como Sara, la mujer de Trinidad, Cuca Cifuentes, la mujer de Carmelo, y Bárbara, la sobrina de Trinidad, formada en las lecturas de Simone de Beaouvoir.

Nos hallamos ante una novela de aliento revolucionario, poco frecuente en el actual panorama, donde tanto priva la temática individualista frente a la solidaridad que se manifestó en el socialrealismo, aunque poco tenga que ver ni técnica ni temáticamente con él.

La narradora no disimula su decantación; aunque su autora nunca ha militado políticamente (en estos momentos asesora, sin embargo, al candidato Andrés Manuel López Obredor), pero menciona a algunas precursoras del feminismo hispanoamericano. La evolución del relato nos traslada al ámbito carcelario, donde el líder (son espléndidas las páginas en las que se describe el proceso del nacimiento y desarrollo del líder obrero - principal tema del relato - y su natural condición) sigue empeñado en una lucha personal. Al salir de la cárcel, convertido en héroe, retorna a Nizanda, su pueblo natal, acompañado de Rosa. Entra aquí la novela en otro tiempo y adquiere otras características. Poniatowska nos traslada a paisajes exóticos e idílicos, a un tiempo anterior, aunque en el ámbito de una vida dura, campesina: la infancia y formación del líder. Constituye un remanso en la trepidante "lucha" contra la policía y las autoridades, los mítines y la admiración de sus conciudadanos.

Los saltos atrás, el monólogo interior, han de servirle para ofrecernos la "novela idílica" no sin problemas: la pesca con dinamita en el río acompañando al padre, el descubrimiento del tren, la aparición de los indios mixes... Y, paralelamente, la infancia y adolescencia de Bárbara, huérfana de madre. Todo ello en paisajes descritos con inigualable maestría en un dúctil y brillante estilo en el que alternan descripción y diálogo.

Esta excelente novela no sólo es el canto al ferrocarril, sino un episodio de la historia mexicana, donde se bucea. El líder aglutina, pese a su débil aspecto, pero tras él las mujeres constituyen la auténtica fuerza invisible. Poniatowska ha escrito una crónica obrera, donde no sólo los obreros son protagonistas, y ha trazado el perfil de un héroe con luces y sombras. Sobre todo ello flota un canto a la solidaridad del trabajo. Una novela excelente que acredita la obra bien hecha de una de las grandes voces hispanoamericanas de hoy.