Novela

Adiós, camaradas

Antonio Carballo

31 mayo, 2007 02:00

El Funambulista. Madrid, 2007 249 páginas, 16’50 euros

Lo peor de este libro son sus dos textos introductorios. El primero, firmado por Max Lacruz, descabeza los premios literarios a la vez que ensalza el felizmente recuperado premio dedicado a la memoria de su padre. Una se pregunta por qué tanto acompañamiento, cuando el texto se defiende solo. Pero el recelo aumenta tras leer la segunda introducción, de Juan Cruz Cantudo. Cruz pondera, en un texto flojo y deslabazado, la prosa "sencilla y sin abalorios" de Carballo para terminar diciendo: "no le busque tres pies al gato. No hay mensaje, ni hay gato". Pues vaya.

Lo que queda claro es que la novela de Carballo no necesitaba tantos padrinos. Se defiende muy bien desde la primera línea, en la que su protagonista, un astronauta ruso nacido el mismo día en que se lanzó el Sputnik, cuenta su vida. Eso si: su prosa es de todo menos "sencilla y sin abalorios" y, si no, juzguen ustedes: "avizorando los promisorios senderos de mi carrera...".

Pocos narradores he conocido que se queden tan anchos después de escribir frases como: "fui admitido definitivamente en el programa espacial". Y que, además, sean capaces de desarrollar una trama como ésta y de llenarla de suspense, emoción y humanidad. La novela, a la cual no son ajenos lo que su autor llama "los retorcimientos de la historia", es una parábola de lo que los totalitarismos pueden hacer con los hombres. ¿Se les ocurre qué autor podría escribir en buen español algo así? Por supuesto: un cubano. Antonio Carballo lo es. Nacido en 1954. Tres años antes del Sputnik.