Image: Entrevista a Mailer Daimon

Image: Entrevista a Mailer Daimon

Novela

Entrevista a Mailer Daimon

Domenico Chiappe

4 octubre, 2007 02:00

Domenico Chiappe. Foto: Enrique Córdoba

La Fábrica. Madrid, 2007. 71 pp. 10 euros

Así, a bote pronto, hay tres cosas en contra de este libro. Es la primera novela del autor, es una novela corta, es una novela de ciencia-ficción. Doménico Chiappe, peruano afincado en Madrid, nació en 1970 y ha ejercido diversos oficios, no todos ellos ajenos a la literatura. Ha publicado el libro de cuentos Párrafos sueltos (UCM, 2003), la obra multimedia Tierra de extracción (www.newmedios.com/tierra/), ganó el Premio de Relato Corto Ramón J. Sender y fue finalista del I Premio Eñe de Relato en 2006. Entrevista a Mailer Daemon, publicada este mismo año, es su primera novela y apenas llega a las 80 páginas. La novela corta es una especie literaria que, por razones que escapan a mi comprensión, no goza ni ha gozado nunca de prestigio en España, al menos desde las Novelas ejemplares de Cervantes. En el mundo anglosajón, en cambio, la especie echó raíces y acabó produciendo algunas de las cumbres de la narrativa universal, desde El corazón de las tinieblas de Conrad hasta Los papeles de Aspern de Henry James.

Como artefacto narrativo necesariamente tenso, la novela corta resulta un perfecto instrumento para abordar el género fantástico. El propio Henry James lo demostró con Otra vuelta de tuerca, uno de los relatos de fantasmas más célebres de todos los tiempos, y Lovecraft utilizó esa misma distancia para legarnos algunas de las obras mayores de su particular cosmogonía: La sombra sobre Innsmouth y En la noche de los tiempos. La brevedad de la novela corta condensa las mejores virtudes del cuento (esfericidad, concentración, economía de medios) junto con la profundidad y la capacidad de penetración psicológica propias de toda buena novela.

En esta mezcla de virtudes reside lo mejor del libro de Chiappe, una obra de ciencia-ficción pura en el sentido en el que lo son todas las novelas de la antiutopía, un subgénero que en el siglo XX nos dio obras del fuste de Un mundo feliz de Huxley, Retorno de las estrellas de Lem, 1984 de Orwell, Farenheit 451 de Bradbury o La naranja mecánica de Burgess. Como las dos primeras, Entrevista a Mailer Daemon nos muestra un paraíso plagado de sombras e inquietantemente cercano: un mundo en paz gobernado por un conglomerado de grupos pacifistas y oenegés. El protagonista, Mailer Daemon, acaba de salir de una celda de aislamiento y, a cambio de algo de dinero, concede una entrevista donde cuenta su ascenso dentro de la corporación y su posterior caída en desgracia, su amistad con el líder supremo Marc Ji y su pasión por su misteriosa secretaria personal, la señorita Suya.

Mailer Daemon, por supuesto, es ese pequeño demonio de la informática que nos devuelve los correos perdidos. Y ése es, en principio, la labor de la oenegé de Mailer Daemon, quien, gracias a su talento, pronto entra a formar parte de la organización pacifista dirigida por Marc Ji. Allí asciende en el escalafón hasta convertirse en la mano derecha del líder y en el encargado de buscar por todo el mundo las imágenes más espeluznantes para convencer a los hombres de la necesidad de un nuevo sistema democrático. En esa búsqueda, los medios, necesariamente sangrientos, pervertirán a los fines filantrópicos y Mailer Daemon descubrirá que desde siempre ha estado sirviendo al mal absoluto.

Es en esta perspectiva teológica, de lucha entre el bien y el mal, donde se oculta, quizá, la principal debilidad de la novela. El pequeño demonio que se enfrenta cara a cara al Príncipe de las Tinieblas remite a un modelo faústico que termina por reventar las costuras del libro. La aparición satánica en medio de una pesadilla radicalmente liberal, posmoderna y tecnológica, chirría como un reloj de arena en el salpicadero de una nave espacial. Chiappe intenta remediar el anacronismo con un sorprendente giro final y unas buenas dosis de humor macabro. Queda el placer de una entretenida lectura y la certidumbre de haber hallado a un narrador joven y audaz, con cosas que decir y con ganas de decirlas.