Image: Nocilla Experience

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Novela

Nocilla Experience

Agustín Fernández Mallo

13 marzo, 2008 01:00

Agustín Fernández Mallo. Foto: Aina Lorente

Alfaguara. Madrid, 2008. 208 páginas, 16 euros

Si algo caracteriza a la novela española de los últimos decenios es su timidez y su escaso sentido del riesgo. En un ambiente mortecino como el que domina, las incursiones que podrían calificarse de experimentales son acontecimientos insólitos, porque parece más seguro aplicarse a componer novelas "cinematográficas", lineales, superficiales y fáciles de digerir, que lanzarse a explorar caminos más acordes con las innovaciones narrativas, las teorías científicas y las corrientes de pensamiento actuales. La novela anterior de Agustín Fernández Mallo, Nocilla Dream, fue bien acogida en ciertos sectores de la crítica precisamente porque dejaba entrever un soplo de aire fresco e innovador, un deseo de huir de los moldes convencionales de la narración al uso y de buscar espacios libres y propios para la novela, no traducibles fácil e inmediatamente a imágenes fílmicas. Nocilla Experience es, según advierte el autor, la segunda novela de lo que será una trilogía. Pero no es cuestión de tener ese dato en cuenta ahora. Podrá hacerse, en cualquier caso, cuando dispongamos de la trilogía completa. Lo que conviene decir al posible lector es que no busque en estas páginas una novela al uso. Está organizada en una serie de 112 breves secuencias -algunas de las cuales son simplemente textos tomados de obras ajenas- que componen una serie de historias fragmentadas mediante un sistema de recurrencias en que cada motivo enunciado antes añade nuevas informaciones cada vez que reaparece. Es como si el autor hubiera esbozado primero las historias y luego las hubiera troceado, ofreciéndolas en fragmentos mezclados e incrementando progresivamente la información. Así, por ejemplo, la secuencia 6, que son unas palabras tomadas de Apocalypse Now, de Coppola ("Saigón, mierda, aún sigo solo en Raigón. A todas horas creo que me voy a despertar de nuevo en la jungla"), se reproduce, progresivamente incrementada, en las secuencias 17, 37, 68 y 99 hasta desembocar elusivamente, ya en las últimas páginas de la obra, en la historia de Jack, que evoca a su esposa muerta encerrado en una polvorienta caravana en Pasadera. Con parecida técnica se enlazan otras secuencias distantes (2-66-94, 23-39-82, 3-107, etc.) que afianzan la impresión de relato caleidoscópico, fluctuante, percibido en facetas distintas e incompletas y donde no existe diferencia alguna entre material inventado, textos ajenos acarreados en ámbitos diversos, desde la física al cine o la música pop, o bien noticias de prensa glosadas y reelaboradas, porque todo ello ayuda a configurar historias insólitas, como la de Harold y su carrera interminable por varios países, la del cocinero Steve y sus exóticos platos -fotografías polaroid rebozadas en huevo, cables eléctricos sumergidos en aceite con ajo del Líbano, carpaccio de hojas de obra literaria maceradas a la pimienta-, la del individuo llamado Julio que escribe una Rayuela B, la de Josecho y su proyecto transpoético -en que parece transparentarse el autor- y otras muchas, algunas puros desarrollos de historias reales, como el caso de Henry J. Darger, encerrado toda la vida en su apartamento de Chicago, sin salir salvo para acudir a misa.

La raíz vanguardista y experimental de que brota Nocilla Experience es evidente. La fragmentación, las informaciones incompletas, la acumulación de datos procedentes de ámbitos dispares, cierta frialdad deliberada, casi como de informe científico, en la exposición de los hechos así como el gusto por lo insólito y pintoresco, son marcas bien conocidas que aquí brotan en cada página. Lo que el autor se ha propuesto lo ha resuelto rigurosamente. Hay que esperar tal vez a examinar la trilogía completa para valorar adecuadamente el valor de su propuesta, que de momento no parece demasiado apta para lectores hechos a la literatura tradicional y poco amigos de explorar sendas nuevas no suficientemente marcadas. Más interesante que conseguida, Nocilla Experience abre, sin embargo, indudables expectativas en el terreno de la narración.