Novela

La dama de la furgoneta

Alan Bennett

24 julio, 2009 02:00

Traducción de Jaime Zulaika. Anagrama, 2009. 93 paginas, 11.50 euros


Alan Bennett (Leeds, 1934) es uno de los autores más divertidos de Inglaterra y, sin duda, de los más prolíficos, a pesar de haber empezado a escribir prosa hace apenas unos años. Autor de Una lectora nada común, en el que retrataba la vida en la corte de Isabel II desde el momento en que descubre en su palacio una Biblioteca ambulante, en su larga carrera literaria destaca su irónica pluma en el teatro, (Kafka’s Dick o La locura del rey Jorge, adaptada después al cine), guiones cinematográficos y piezas televisivas (An Englishman Abroad). En todo lo que escribe tiene un gran éxito, y es también un actor veterano muy querido. En 2003 recibió el British Book Award por la obra de una vida.

La dama de la furgoneta es una más de sus novelas cortas, absolutamente geniales, que consigue retratar unas situaciones rocambolescas que harán de la lectura un verdadero placer. Todo comienza cuando, en 1974, Alan Bennett deja que aparque en su jardín la furgoneta mugrienta de una vagabunda llamada Miss Shepherd. En ningún momento la novela hace sospechar que el escritor obrase por caridad, sino por un impulso de extraña curiosidad hacia los hábitos de una mujer bastante mayor, sucia y excéntrica. El Bennett narrador deja de escribir y se pasa el día observando a la marginada, que vivirá en su jardín nada menos que quince años, hasta su muerte. Las conversaciones entre los dos personajes, por momentos surrealistas, harán reír al lector: "Cuando estuvo en Yugoslavia -pregunta Miss Shepherd-, ¿se encontró con la Virgen María? -No -respondo-. Creo que no. -Oh, bueno, se está apareciendo allí. Lleva varios años apareciendo todos los días-. Es como si me hubiese perdido una importante atracción turística." (pág. 59). Al final de la novela, Bennett descubrirá las diferentes vidas e identidades que tuvo Miss Shepherd antes de convertirse en una mujer abandonada.

La dama de la furgoneta es una novelita llena de ternura, melancólica y original en la que se vuelve a apreciar el talante de un autor que sabe retratar con humor las situaciones cómicas de la vida.