Novela

Los hombres de la guadaña

John Connolly

30 octubre, 2009 01:00

John Connolly. Domenec Umbert

Trad. Carlos Milla Soler. Tusquets. 337 pp. 20 e.


A mitad de camino entre el thriller sobrenatural y la novela negra, el irlandés John Connolly (Dublín, 1968) ha puesto en pie a una peculiar y sanguinaria saga con mezcla de elementos fantásticos y ambientación gótica. Desde su exitoso debut en 1999 en Todo lo que muere, donde se presentaba a su protagonista, el detective Charlie Parker, alias "Bird" (en claro homenaje al saxofonista), un ex policía y ex alcohólico atormentado por los recuerdos, Connolly estableció el tono de extrema violencia, tortura psicológica y atmósfera malsana que va acompañando todas las andanzas de Parker. Asesinos en serie, sectas religiosas y espectros amenazadores son los enemigos a los que ha tenido que enfrentarse. En las novelas de Connolly hay siempre un exceso de tiroteos, puñaladas y asesinatos, pero esa abundancia se corresponde con una visión moral donde el mal campa a sus anchas y los buenos suelen ser malos en sus ratos libres.

En esta séptima entrega de la serie, Parker cede el protagonismo al duo de colaboradores que normalmente le echan una mano en sus feroces pesquisas: Louis y Angel, dos asesinos a sueldo que forman una pareja de letales amantes. En sus primeros compases, la narración retrocede hacia el pasado de Louis, su difícil infancia en un pueblo sureño, sus problemas con la ley cuando decide tomarse la justicia por su cuenta. El joven negro se ve empujado por las circunstancias, pero también posee un don fabuloso para el asesinato, una extraordinaria sangre fría y una absoluta falta de escrúpulos. Por eso, un misterioso enviado decide salvarlo de la cárcel y reclutarlo para que forme parte de un selecto grupo de asesinos: los Hombres de la Guadaña.

Un millonario excéntrico, alérgico a toda clase de contacto humano, quiere contratar a Louis y Angel para deshacerse de un antiguo competidor. El encargo es peliagudo y le sirve a Connolly para mostrar sus vastos conocimientos en armas, técnicas de lucha y sistemas de alarma. También para ir mostrando las cartas escondidas en la manga: un viejo enemigo al que Louis dejó vivo, una calculada y demorada venganza. Mientras Louis, Angel y su banda de guerrilleros se dirigen hacia su destino, un viejo mecánico a punto de jubilarse y su ayudante tienen que encontrar a Parker para intentar enderezar las cosas.

La trama de acción, llena de sorpresas y golpes de efecto, se sostiene con eficacia, tensión y alguna que otra soberbia elipsis, como la que deja a la pareja protagonista indefensa durante un buen puñado de páginas. El resultado es una lectura ágil, inquietante, pero mucho más superficial de lo que dejan suponer sus embarradas y oscuras aguas.