Image: Pan y cielo

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Novela

Pan y cielo

Juan Cobos Wilkins

18 septiembre, 2015 02:00

Juan Cobos Wilkins. Foto: Jesús Domínguez

La Isla de Siltolá, 2015. 272 páginas, 18€

Autor de cuatro novelas, libros de cuentos, piezas teatrales y libros de poemas, Juan Cobos Wilkins (Riotinto, Huelva, 1957) desarrolla en Pan y cielo, su cuarta novela, una historia llena de comicidad y humor en una narración entre libérrima y disparatada. En la localidad onubense de Trigueros existe la tradición de sacar al santo patrono, San Antonio Abad, en procesión en la que le arrojan desde terrazas y balcones muchos panes, correspondiendo así a la bondad del santo que había repartido sus bienes entre los pobres. Ahora estamos en 1932, en plena II República, y está vigente la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, que declara las procesiones como manifestaciones de carácter público, por lo cual se precisa autorización gubernativa para su celebración. En esta situación se mueven las fuerzas castizas del pueblo y las autoridades oficiales, condenadas a encontrar una solución que contente a todos en las fiestas del santo patrono.

Con este planteamiento se crea un microcosmos provincial en la España profunda, donde se confrontan personajes populares de uno y otro signo, desde las actitudes más reaccionarias como las de las charlatanas María España y las Macabeas hasta los apuros del Alcalde republicano, que debe acudir al consejo de una especie de brujo adivino (Diosdado) para resolver el problema. Para contar lo que pasa en este microcosmos pequeño y cerrado el autor se vale de la narración del propio San Antonio Abad acompañado de San Sebastián, quienes, ante las puertas de la morada divina, se embarcan en la relación de lo sucedido en Trigueros.

Su relato está organizado en tres partes, que se corresponden con los clásicos planteamiento, desarrollo y desenlace. San Antonio es el responsable principal del relato, que se plasma en letra redonda, a menudo interrumpido por los comentarios de ambos, en letra cursiva, en los cuales el narrador principal amplía y comenta sus historias y su acompañante actúa como interlocutor con las mismas funciones de comentar, ampliar o discutir lo que se ha ido contando en este verdadero relato in fieri con su autocrítica incluida.

Todo resulta desternillante en tan disparatada historia, que incluye varias prolepsis en las que se adelantan acontecimientos que tendrán lugar en años posteriores, llegando incluso hasta el año constitucional de 1978 y resumiendo la vida de algunos personajes en Nueva York. Y la visión satíricoburlesca de aquel pueblo de la España profunda se proyecta sobre la historia posterior y el presente de nuestra España popular.