Image: El hoy es malo, pero el mañana es mío

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Novela

El hoy es malo, pero el mañana es mío

Salvador Compan

1 septiembre, 2017 02:00

Salvador Compán

Espasa. Madrid, 2017. 384 páginas, 19,90 €

Salvador Compán (Úbeda, 1949) ocupa menos territorio del que se merece por su obra en la literatura española de los últimos años. Con más de media docena de novelas publicadas, algunas distinguidas con premios de relevancia, hay en su trayectoria narrativa constantes recurrentes como la fusión de materiales históricos y elementos ficticios en la trama novelesca, así como un cierto grado de reflexión metanarrativa sobre la construcción de la misma. El hoy es malo, pero el mañana es mío, su séptima novela, adopta como título palabras del verso machadiano"A una España joven". En su construcción narrativa la combinación de historia y ficción comienza por el espacio donde transcurren los hechos novelados: en Daza, que, como explica el autor, es "un acrónimo que funde a Úbeda y Baeza, dos localidades muy próximas y unidas por tantas circunstancias [...] que podrían formar una ciudad bipolar".

Las consideraciones de naturaleza metanarrativa en las que se da cuenta del proceso creador de la novela se descubren al final cuando el narrador, que había iniciado su relato desde la perspectiva de su yo testigo, vuelve a contar desde su punto de vista en primera persona cómo y cuándo él decidió escribir esta novela y consultar su desarrollo con los dos principales protagonistas. Este narrador es Pablo Suances, hijo de un molinero de Daza y aprendiz de pintor con el misterioso Vidal Lamarca, secreto anarquista preso al final de la guerra civil y liberado de su segura condena a muerte por el poderoso empresario Sebastián Lanza en pago de una deuda contraída con el padre de Lamarca.

Entre aquel Prólogo del comienzo y el capítulo final, narrados por Pablo, más algún episodio en los capítulos centrales, la historia se desarrollan en cinco partes, en las que el narrador opera en tercera persona con una omnisciencia neutral que le permite conocer y contar múltiples episodios ocurridos en la guerra y en la posguerra. En calculado desorden cronológico se narran hechos que transcurren en dos grandes bloques temporales: 1936-1940 y 1964, con ampliación final hasta 1969.

En ese desorden temporal descansa buena parte de la intriga y el consiguiente suspense de la novela. Sus historias de guerra y posguerra, con traiciones, imposturas y venganzas perpetradas por miedo o falta de escrúpulos en aquellos años difíciles y oscuros en una pequeña ciudad de provincias van convergiendo en una terrible historia común, con su violenta y callada tragedia encarnada en unos seres estafados por la vida que solo encuentran su redención por medio del amor y la huida de aquel espacio de opresión y asfixia. Y con la misma eficacia de una prosa de ágil andadura rítmica se integra en esta historia de alcance individual y colectivo otra de no menor importancia en la novela del aprendizaje vital de un grupo de niños y adolescentes en su difícil acceso a la experiencia en diferentes órdenes de la vida.