Poemas de Álvaro de Campos
Fernando Pessoa
14 febrero, 1999 01:00La imagen que a través de las distintas antologías de su poesía se ha podido hacer el lector español está basada en las ediciones de Atica (1944) o de Aguilar (1960). Ediciones que se han puesto en entredicho en los últimos años por los numerosos errores que contenían. A esa labor se han dedicado, desde posiciones distantes y enfrentadas, Cleonice Berardinelli, reponsable de la llamada Edición Crítica, y Teresa Rita Lopes. Se dio lugar así a un debate entre estas dos antagónicas investigadoras sobre la edición de la poesía de Alvaro de Campos que, lejos de ser estéril, afecta a la lectura y a la configuración de los poemas.
De ello nos da cuenta Rita Lopes en su Livro de versos de Alvaro de Campos ( 1993) donde ataca a la Edición publicada por Berardinelli y A equipa Pessoa en los siguientes términos: "Es penoso mas es mi deber cívico decir que la Edición Crítica de los Poemas de Alvaro de Campos no es adecuada para la lectura". Se basa para ello en la aparición de poemas adulterados, en articulaciones erradas de versos, en omisiones, en fragmentos que aparecen desgarrados de las series a que pertenecen. Las diferencias de criterio hacen que los lectores de Alvaro de Campos nos encontremos en una tierra de nadie para realizar una lectura adecuada. Y más cuando afecta a los criterios de edición (Rita Lopes no reconoce Arco de Triunfo ni considera válido el agrupamiento de los poemas según estén o no fechados) y sobre todo a algunos de los textos más emblemáticos: Saludación a Walt Whitman, El paso de las horas...
Adolfo Montejo Navas, responsable de esta edición en español de la poesía completa de álvaro de Campos, ha optado por seguir, excepto en la configuración externa, la edición de la Serie Menor publicada por Berardinelli en 1992. Más allá de ser respetable su criterio, lo que parece inadecuado es que no se nos den argumentos de por qué ha sido esa su elección, que ni siquiera plantee los términos desde los que él observa la polémica. Y es inadecuado porque el lector español se puede hacer ahora esta pregunta: ¿estoy leyendo a álvaro de Campos o una imagen distorsionada de álvaro de Campos?