Fue un acaso
José García Pérez
17 mayo, 2000 02:00Y detrás de esas reflexiones se halla una nostalgia que rememora la fugacidad del tiempo vital, se contempla a sí mismo como espectador del transcurrir de la existencia que está en otro espacio, en otro tiempo: se identifica en la otredad. Este extrañamiento de sí le permite una certeza que le concede llegar de lo individual a lo colectivo. Los instrumentos de los que se vale García Pérez son la memoria,que se abre paso en nuestra capacidad de olvidar, la soledad que abriga el tiempo de esa espera hacia la muerte, porque la vida "fue un acaso" (p.52), y el tiempo, que marca la realidad del presente. Pero la esperanza sobrevive al naufragio de la existencia: "un hombre, cosido a su destino, abre sus ojos al asombro. Quiere vivir" (p.55). El autor nos marca el recorrido que quiere transitar: la palabra como principio en "De la voz", la certeza del acabamiento en la contemplación de la naturaleza en "De la muerte", y la voluntad en la afirmación de la identidad en "Resurrección", para terminar con una declaración ética de principios: "Recojo con mimo mis cenizas y evito una brisa de muerte. Seré yo." (p.61).