Terrenal y marina
Elvira Daudet
18 octubre, 2000 02:00Con Terrenal y marina Daudet continúa la línea intimista, confesional, de su anterior libro, para ampliarlo hacia una dimensión que invoca a la naturaleza y a la literatura, pero siempre desde una perspectiva tamizada de humanismo existencial. La dualidad del yo poético femenino se incardina en dos niveles que se alternan en diálogo a lo largo del poemario: el apego paradójico a lo terrenal, con sus contradicciones, y en segundo lugar, el espacio liberador y primigenio del ámbito marítimo, donde se plantea las grandes, y pequeñas, preguntas del ser humano y de su biografía.
Pero las anécdotas de la vida se infiltran en los poemas; aunque la historia no termine de contarse en los versos, el lector reconoce los dolores y sentires cotidianos que cuestiona Daudet: desde la propia reflexión e íntimo diálogo con y sobre la enfermedad, que nos recuerda a una interesante poeta inglesa, Susan Wicks, en Open Diagnosis.
Terrenal y marina tiene algo de dietario emocional donde la poeta se confiesa a esa naturaleza a la que necesita volver. A través del libro, se desgrana una visión descubridora del mar como espacio salvador, lugar donde la poeta se identifica y reconoce, porque es el territorio en el cual todavía es posible la libertad personal: "Yo era de tierra adentro y triste/hasta que vi la mar". A estas secuencias literarias se suceden reflexiones motivadas por los sucesos cotidianos, por un día a día que conduce a la tristeza y a la cercanía de la muerte. Emoción y literatura se ensamblan en una voz que invoca desde el principio a su título.