Image: Desolation Blues

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Poesía

Desolation Blues

Jack Kerouac

22 noviembre, 2000 01:00

Mondadori 66 páginas, 395 ptas.

Hay escritores que valen menos por lo que son que por lo que simbolizan. Jack Kerouac, una vida libre en la repeinada Norteamérica de los años cincuenta, es uno de ellos. Truman Capote dijo de él que no escribía, que sólo mecanografiaba. Y ciertamente, como nuestro Baroja, no es un estilista académico. Su prosa vale por la fuerza con que nos ofrece una novedosa visión del mundo (hoy, por cierto, bastante envejecida). Para Kerouac la poesía sirve de banda sonora de sus largos viajes por carretera, muy bebido y muy fumado, a lo largo del país. Quien no sienta simpatía por el personaje no debe leer estos poemas, escritos un poco a lo que salga, dejándose llevar por la sonoridad de las palabras, improvisando a la buena de Dios, haciendo chistes, juegos de palabras no muy afortunados, dándole buenas patadas a la sintaxis. Kerouac se consideraba un poeta "que toca un largo blues en una sesión de jazz un domingo". Sólo podrá apreciar su poesía el lector capaz de imaginárselos sonando en un local lleno de humo, alcohol, camaradería y melancolía.