Image: Barco sin luces

Image: Barco sin luces

Poesía

Barco sin luces

Luis pimentel

21 marzo, 2001 01:00

Introducción de Xesús Alonso Montero. Prólogo de Dámaso Alonso. Linteo. Ourense, 2001. 114 páginas, 1.800 pesetas

El caso del doctor Luis Pimentel (1895-1958) fue y sigue siendo raro. Vivió prácticamente siempre en su Lugo natal, donde ejerció la medicina, y sólo publicó en vida una plaquette en gallego -en 1950- y poemas sueltos en revistas, en castellano y gallego, desde los años 30. Sólo a partir de 1950 parece que Pimentel intentó difundir más su obra por lo que se presentó -en 1953- al premio Ciudad de Barcelona, del que quedó finalista Barco sin luces que, sin embargo, no llegó a editarse. Poco antes de morir (esta edición re- produce en facsímil la carta manuscrita) Pimentel ofrecía su libro a la editorial Monterrey de Vigo... Con todo, al morir, el melancólico y recoleto y hondamente lírico doctor Pimentel era, en los términos habituales, un poeta prácticamente inédito.

En 1959 -en gallego- sale Sombra do aire na herba y en 1960 -en castellano- Barco sin luces, en la edición que ahora se reproduce, por vez primera exenta. En 1981, Araceli Herrero Figueroa publica la Obra inédita o no recopilada de Pimentel, enteramente en castellano. Y surge así un curioso fenómeno -para mí- que el profesor Alonso Montero (especialista en Pimentel y autor del libro Luis Pimentel, Biografía da súa poesía, 1990) me parece que aclara bastante. Luis Pimentel no sabía gallego o sabía muy poco, pero permitió que amigos suyos, poetas en gallego como ánxel Fole o Ramón Piñeiro, tradujesen al gallego lo que él había escrito en castellano. A veces su fervor los traicionó, como en el poema "Palabras" (original castellano con versos en gallego) que al quedar totalmente en gallego pierde el sentido original que contrapone la oficialidad del castellano (paloma) con el habla vernácula (pomba) de un niño campesino... Diríamos que Pimentel escribió en castellano, por ello la edición castellana de Barco sin luces -su obra fundamental- debe considerarse la original a todos los efectos, aunque sea un original variable, pues entre 1919 y 1958 su libro, terminado en una primera versión antes de 1936, cambió y mudó y hasta algunos poemas -de los que leyó Dámaso Alonso a fines de los años 40- desaparecieron. Resultado, Pimentel no necesita casi nunca traducción porque sus originales están en castellano.

A Dámaso Alonso (que leyó el libro inédito) le entusiasmó Barco sin luces, y en 1952, en su libro Poetas españoles contemporáneos publicó un prólogo. Es un texto hermoso y lírico que quiere llegar a Pimentel desde la interioridad del propio lenguaje poético: "(Dios) Le puso mucho dolor y mucho susto en el alma". Barco sin luces es un libro de intenso lirismo, en el que se notan -sutilmente- diversos períodos, diversos temas, y el tránsito de su autor por la poesía pura y el superrealismo, incluso por lecturas como la del Pedro Salinas amatorio. La lírica de Pimentel es intimista. Y traduce su intimidad (su hipocondría melancólica) en bellas imágenes, de origen irracionalista, delicadeza y fuga... En la primera parte habla un médico ("En el depósito de cadáveres hay un niño") y al final, antes del sentimiento de partida, un hombre enamorado de una mujer, acaso ideal, en interiores otoñales y melancólicos."Otoño", "Canción", "El invierno y tu voz" están entre los mejores poemas del libro. Nada sorprenderá decir que en Pimentel hay una explícita y limpia poesía del silencio, casi búdico, trascendido: "Estar quietos, mirando la ausencia". Un alto poeta del lirismo hondo. Un poeta amurallado y tierno, en su Lugo perdido.