Poesía

Señora de la noche

Teixeira de pascoaes

28 marzo, 2001 02:00

Traducción de ángel Guinda. Olifante. Zaragoza, 2001. 66 páginas, 1.000 pesetas

Poéticamente Pascoaes es el último eslabón del mundo simbolista, despojado ya de cualquier resabio parnasiano

Supongo que hoy en España (y hasta de muy otro modo en Portugal) Teixeira de Pascoaes, poeta y escritor muy famoso en la primera década del siglo que acaba, es un ilustre olvidado. Un clásico poco leído. Teixeira (1877-1952) fue un hombre de posibles, que tras estudiar en Coimbra y ejercer un tiempo la abogacía en Oporto, se retiró a su finca de Gatão, en el Amarante, donde murió viejo, respetado y olvidado ya por casi todos los jóvenes...

En España lo quisieron Antonio Machado -por su lírica- y más Unamuno, que se carteó con él, por sus ideas sobre la relación Portugal-España. Pues además de poeta, Pascoaes escribió sobre el futuro de Portugal y sobre la peculiaridad del lusismo o de la Historia portuguesa. Uno de sus libros en esa línea se llama Arte de ser portugués (1915), pero el principal lo editó un par de años antes: El genio portugués en su expresión poética, filosófica y religiosa. Este nacionalismo algo místico es lo que atrajo al primer Pessoa a la revista "A águia", de la que Pascoaes era director. La fama lírica y teórica de Pascoaes se debe al saudosismo, que él definía así: "un sentimiento que nació del casamiento del paganismo grecorromano con el cristianismo judaico y que en nuestra lengua tomó una forma verbal que no tiene equivalente en otras lenguas: la saudade".

Poéticamente Pascoaes es el último eslabón del mundo simbolista, despojado ya de cualquier resabio parnasiano. Aunque distante a Eugénio de Castro (tan amigo de los modernistas españoles) y aun al gran Camilo Pessanha, Teixeira de Pascoaes no se mueve de ese orbe estético: el simbolismo teñido de melancolía y con frecuentes usos alegóricos. Vida etérea (1906) y Las Sombras (1907) son dos de los títulos del Pascoaes poeta. Señora de la noche es un poema largo, con un poema introductorio ("A mi Musa") y una "Canción final" que se publicó originalmente en 1909. El poeta se enfrenta a la medianoche que luego se vuelve aurora y otra vez, al fin, noche, encarnada en un alegórica doncella que significa la dualidad del paganismo solar o diurno y del mundo nocturno, fuente de misterio, y por tanto, más explícitamente, reino de la saudade. Las tres partes del poema en sí explican la concepción lírica de Pascoaes, donde el misterio, la vibración de lo desconocido fundamentan una poesía de la emoción y de la continua y metafísica añoranza. El poeta es visto como "príncipe de la sombra y del misterio", mientras que la medianoche nos acerca, positivamente, a "los abismos de la divina Irrealidad". Es la Noche el reino del poeta, aunque trasmite ocasionalmente horas de luz, con toda la mitología de los sentidos. Curiosamente muchas imágenes de Señora ... nos recuerdan algunos suspirillos germánicos de Bécquer aunque en Pascoaes la entrega al simbolismo y a la melancolía fue total.

ángel Guinda ha traducido su versión de una edición portuguesa moderna prologada (quizá pudo traducirse también ese prólogo) por el poeta Eugénio de Andrade, que conoció a Pascoaes en los años 40, homosexual y olvidado. La traducción de Guinda es buena y suena bien. Ha respetado la rima cuando esta coincide -y no es raro- en portugués y en español) (serra, terra -sierra, tierra-) y ha dejado sin rima el verso en que ésta no coincide. El método puede ser criticable, pero en lenguas vecinas, el resultado no es malo. Señora de la noche se lee, en español también, como un hermoso y lejano poema simbolista, amor de la saudade.