En mares no nacidos. Obra selecta (1916-1931)
Vicente Huidobro
25 abril, 2001 02:00La introducción "Cuanto miren los ojos creado sea" ha corrido a cargo de un excelente conocedor de su obra, el poeta, crítico y profesor argentino Saúl Yurkievich. Alejado del lenguaje crítico académico tradicional, ofrece, con su habitual intuición y placer por la síntesis y el lenguaje crítico especulativo y creador, el significado de la etapa creacionista de Huidobro (próximo a poetas españoles como Gerardo Diego, Larrea y pintores cubistas, como Juan Gris, con quien intimó en París). Este "fundador", en palabras del crítico: "inaugura en la literatura de lengua española la era de los manifiestos [...] Quizá Huidobro fuese el primero y único poeta creacionista...". Sin embargo, deberá admitir que fracasa en su intento de expandir el movimiento más allá del ámbito de la lengua, salvo las ya estudiadas y discutidas coincidencias con Reverdy.
Huidobro nace del modernismo y lo practica con matices, porque al tiempo de sus primeras publicaciones, aparece ya el conocido manifiesto "Non serviam", en el que se opondrá a la fiel y realista reproducción de la madre Naturaleza. El período acotado en este volumen coincide con uno de los momentos más creadores del arte europeo. Bien es verdad que la I Guerra Mundial hará callar a uno de los grandes de la poesía francesa, Apollinaire, con quien coincidirá Huidobro en más de un aspecto; pero su tardía especulación dadaísta -la incomunicación- quedará reflejada e integrada en Altazor, el gran libro de la renovación y de la autodestrucción del lenguaje poético, del sentido de la palabra, de la voluntad consciente del sinsentido. En verdad no era posible ir ya más lejos. En El espejo del agua, advierte Yurkievich: "Huidobro alcanza una libertad de asociación, una osadía metafórica hasta entonces no igualadas por la poesía en lengua castellana".
Yurkievich dedica mayor atención a los textos menos conocidos de esta segunda etapa creacionista. Este es el camino que ha de conducir hasta Altazor. El crítico se ha ocupado ya en diversas oportunidades del mismo. Tal vez por esta razón el análisis es más sumario que la descripción del itinerario anterior. La bibliografía crítica sobre Huidobro y sobre el creacionismo es amplia y en los últimos años, rigurosa.
Se ha reunido en estas páginas parte de la poesía más renovadora del pasado siglo, sólo comparable, en cuanto a influencia, a la de Rubén Darío. Pero resta, asimismo, otra veta menos audaz y provocativa, más reflexiva. En todo caso, Huidobro, como otros poetas fundamentales de la lengua, carece de unas Obras Completas distribuidas con eficacia en el ámbito de la lengua. Las ediciones chilenas de Zig-Zag o Andrés Bello llegaron no sin dificultades a los lectores interesados, a las bibliotecas o a los especialistas.